En un plenilunio, bajo el imán de tus ojos ...

En la bahía, el mar nutrido de tus sabios
reflejos, me seduce, me proyecta a su boca.
Me regala la espuma tras una brisa loca;
me encandila los ojos, besándome los labios.

En su abrazo de sal, transpirando en la noche,
postula un nuevo juego cuando su panza henchida
a las olas despierta bajo tu luz parida
y me sujeta el alma. Atrapado en su broche.

Desnudo ya me encuentro, mortificado en pena,
envuelto en las mareas, pido perdón al cielo.
Hoy, mi sufrido cuerpo de angustias verdaderas,

quiere como Alfonsina mitigar el consuelo,
en un nocturno mágico, cuando la luna llena,
sobre la rada atraque, entre las escolleras.

 

Muy bello y sobrecogedor amigo...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Bella obra de arte precioso, muy bonito.
Desde Mar del Plata, abrazo fuerte al corazón.

 

Pero qué imagenes, hombre, el mar en la noche, iluminando sus reflejos salinos la luna. Es algo impactante mirarlo de noche, diferente al día porque se conoce la furia de su inmensidad y poderío. Qué pequeño se siente uno ante esa grandiosidad de naturaleza. Con pena es más fuerte y parece que atrapara, que invitara; observar, escuchando sus tempestuosos sonidos hechiza, llama, atrapa, sí, algo como Alfonsina, a veces uno casi no puede detenerse a no acudir a su llamado. Algo me ha sucedido parecido. Están tan claras las imágenes siento que lo vives intenso y lo disfrutas cuando te llama. El mar, para algunos es la primera cosa bella que se ve en la vida. Lo amo, para mí lo fue después de mi madre. Es un buen que poema y celebro tu buena ortografía, gramática, estructura de versos que da melodía y se hace más fácil y bella la lectura. Muchas gracias, Arponero, por entregarnos para deleite nuestro este trabajo. Que tengas una buena semana. Saludos.
​