Enamórate de mí

Enamórate de mí,
Siénteme en cada amanecer sin rostro,
apaga cada una de las velas de la soledad
con las burbujas de mi amor invisible.


Enamórate de mí,
Aprésame como a ella, en la jaula de tus palabras.
Casi no me mires, ni me hables en las mañanas,
me alcanza con descubrir un beso tuyo
naciendo ,distraídamente, en tus pestañas.

Enamórate de mí,
De mis plegarias alzadas a un cielo sin oídos
refúgiate en mis brazos curiosos de tu cuerpo;
en cada roce, mis pinceles encantarán,
las comisuras grises de tus años.

Enamórate de mí,
dejando apenas un trazo migaja de caricias
y haz una adivinanza,
en el que la respuesta inmediata,
sea un amor prematuro en mí y una lucecita
con llama fatua prendiéndose de a poco en ti.

Enamórate de mí,
deja crecer a ese amor como una fuerza enfermiza,
no tienes que decírmelo ni demostrarlo
me bastará para saberlo cuando todos tus versos
tengan un acróstico con mi nombre desmembrado.

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Qué bueno Sara!
Me encanta tu poesía amiga... tus cierres son geniales, tajantes y dejan un sabor delicioso. Espléndido!
Besos y estrellas desde el otro lado
Eva

 

Hermosa poesía mi niña, grato leerte
gracias por compartir tu inspiración
estrellitas para tu camino y un abrazo .

 

Siempre bellos y contundentes tus versos amiga...un gusto!
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Este, precisamente este es el que comentaré de la siguiente manera poeta:

Enamórate de mí,
Yo: enamorarse para que? si amar primero no es lo mejor (no es cierto si es lo mejor)
Siénteme en cada amanecer sin rostro,
apaga cada una de las velas de la soledad
con las burbujas de mi amor invisible.
Yo: amanecer al lado del más bello ser sobre la tierra (una mujer), y sentir amor por ese cuerpo
que está a tu lado... cuantos hombres morirían por un momento como ese.

Enamórate de mí,
Yo: dichoso el mortal que te oiga decir eso... (o el inmortal)
Aprésame como a ella, en la jaula de tus palabras.
Casi no me mires, ni me hables en las mañanas,
me alcanza con descubrir un beso tuyo
naciendo ,distraídamente, en tus pestañas.
Yo: silencio... el idioma más sublime del amor.

Enamórate de mí,
Yo: lo pides como si fuera cierto, ¿es cierto?, (no lo creo).
De mis plegarias alzadas a un cielo sin oídos
refúgiate en mis brazos curiosos de tu cuerpo;
en cada roce, mis pinceles encantarán,
las comisuras grises de tus años.
Yo: roce de tu piel, plegarias de mis labios... todo es metáfora, pero... ¿qué tanto es verdad?

Enamórate de mí,
Yo: baaa.. mentiras, enamorarme, soy demasiado rudo para hacerlo... (no es cierto, si me enamoro)
dejando apenas un trazo migaja de caricias
y haz una adivinanza,
en el que la respuesta inmediata,
sea un amor prematuro en mí y una lucecita
con llama fatua prendiéndose de a poco en ti.
Yo: es una petición al amor más que al amado, el corazón escribiendo y no la mente,
dichoso quien lo haya hecho y pobre del que no.

Enamórate de mí,
Yo: Enamórate de mí, de él y de aquél... pues todos somos el mismo (un desconocido que apareció de pronto en tu vida)
deja crecer a ese amor como una fuerza enfermiza,
Yo: pensaría que los primeros versos son una petición al exterior... pero esta linea sería una petición hacia ti misma.
no tienes que decírmelo ni demostrarlo
me bastará para saberlo cuando todos tus versos
tengan un acróstico con mi nombre desmembrado.
Yo: bello final... tatuar el nombre de la dama (en este caso casi diosa) en cada célula de tu amado (en este caso un mortal).

 

MUY BELLO, romantico e ilusionado, saludos y estrellas.

 

Lindo trabajo querida Sara, me ha encantado, me hechizo. Lindo poema, que sus versos yo siento que se escribieron del alma que anhela. Un beso y mis estrellas para tan delicada obra. Te aplaude el poeta no poeta.