Encadenado

Aquí me tienes a tu merced, sediento de tus besos enamorado de tu piel,
te convertiste en mi tormento, por eso me encadene a estas paredes,
para no huir de ti, para saborear tus labios, aun en los momentos mas absurdos,
sin posesiones eres ahora mi obsesión, canela atardecer susurrale al mar,
que no pierda la voluntad, en el destierro de la existencia tan vaga y silenciosa;


Se mi adelina, encara mi espíritu con tu sonrisa, no sofoques mi respiración,
construye sobre los sentimientos muertos, castillos de cristal, para dormirnos viendo el cielo,
sabes que el frió que acompaña mi alma, sacude las montañas mas altas,
electrifica mi corazón causándome un colapso, aturdiendome hasta no respirar,
si mirara en todo su esplendor el mundo que creaste para mi, jamas me iría de tu lado;


Sabre si en verdad cuando las olas del mar sacudan las azules fronteras del cielo,
con la pequeña furia que estremece cuando tocas con tus manos las nubes celestes,
amo las tormentas que rompen las ventanas del entendimiento, para caer en tu tentación,
la noche se acerca a tu encuentro, a tus besos cerezas que dulce son,
la única razón por la que no me he ido, son por las cadenas que yo mismo me ate;


Tal vez una cerveza parece distorsionar mi entendimiento,
como disfruto la luz mientras duermo, vagando por los sueños donde nadie me conoce,
encuentro en cada esquina una carta que abrir, hasta que despierto mirando tus ojos,
atravesando mi alma, bienvenida a mis mañanas mi eterna compañera,
por eso te entrego esta llave de mis cadenas, para que nunca me dejes ir.​