Encuentro en el metro

Estoy leyendo en el metro y un gordo apuñala a un chico,
nos hemos quedado en shock, a ver quien abre ahora el pico.

Empuña sendos cuchillos, dice que está muy enfermo,
que lo que se le ha metido ha salido del infierno.

Que no quiere hacernos daño pero las voces le obligan,
uno ha querido ser héroe y sólo ha dejado migas.

Sí que está como una cabra, se mece continuamente,
pinta círculos con sangre y hasta se ha arrancado un diente.

Y a mí que el gordo me suena...esa cara de payés...
¡pues claro si es Chupagambas, el hijo del tío Andrés!.

Desde mi asiento le grito:¡''Tomasín, ay que ilusión''!
se le descompone el rostro y huye hacia otro vagón.

¡Pero será el tío canalla!, si somos primos lejanos,
¿será que aún le dura el trauma de la broma en el pantano?,
éramos sólo unos críos y estábamos a dos grados,
sí que estuvo muy malito pero le hicieron regalos.

Me lo encuentro en la cabina porque no puede ir mas lejos,
ha matado al maquinista y por eso le aconsejo:
''déjalo ya Tomasín, no hay nada paranormal,
es tu mente Chupagambas que ya vino subnormal''.

 

Humor negro como el carbón... jeje. Tu ingenio es la ostia, compañero!