Engaños

Estoy bebiendo desde las once de la mañana

por una llamada de teléfono

estoy bebiendo desde las once de la mañana

para evadirme.

Y me digo: " Mañana será otro día".

Y me digo: " Tuve de haberlo solucionado en su momento".

Estoy bebiendo desde las once de la mañana,

por no saber ser fuerte

por no tener el coraje de dar un puñetazo en la mesa cuando había que hacerlo

por no tener el carácter necesario.

Mañana no es otro día, mañana no existe.

Si vuelves a ver el sol salir,

el problema seguirá contigo

cuando despiertes, nada habrá cambiado

las risas de la noche acabarán en llantos

y el teléfono volverá a sonar.

No, no estoy contento por estar bebiendo desde las once de la mañana.

 

Buen realismo, Bailandosolo. Saludos cordiales, poeta.

 

No es mala hora estar bebiendo desde las 11 de la mañana unos " gin- tonic" con ginebra Beefeter, el vaso acaba siendo amigo mudo.
Besis, buen poema.

 

Peligroso amigo mudo. Gracias por tu comentario Sexorcisto.
Feliz y salvaje domingo

 

Y no, no hay mañana: no existe tal cosa, tristemente... siempre será hoy; lo "bueno" es que nunca nos ha de faltar un aliciente que nos ayude sobrellevar el estancado día.
Un gusto leerte. Saludos.

 

Muchas gracias Medusa, por tus comentarios.
Feliz semana