Enigmática

Inquieta portadora de la sorpresa
de flor en flor va tu alma
llegas a mí con fulgor del alba
y llenas de colores mi existencia.

Subes, vuelas
y mi amor no te alcanza.
En vano me armo con lo mejor de mí
entre mis manos no serías feliz.

Amante de la libertad desde inocente capullo
te sueltas, pero no te vas de aquí
vagas insistentemente en torno a mí
no sé lo que quieres, ni lo intuyo.

Te vas yendo, silenciosa
pero algo me enseñas:
a nadie te aferras, muy poco reposas
sólo tomas lo útil de cada cosa
y sigues disfrutando de la vida tan corta
pequeña y bella mariposa.