Ennegracido Por Una Capa Nebulosa

ENNEGRECIDO POR UNA CAPA NEBULOSA


Embalsamado corazón, durmiente, sereno, ajeno, tortuoso hasta podría decir que algo ignoto.

Juego con el polvo que volando, desplazándose lenta y suave mente con el viento es imperceptible. El estornudo extiende un aviso para que de cuenta que se encuentra entre, bajo, sobre y con nosotros.

Entrecierro los ojos tratando de doblar mi visión, imaginado lo que sueño despierta, desdibujando las formas, desvaneciendo y mezclando los colores, evocando un cuadro que soñolienta aun siento recordar.

Conjuro los sonidos que revueltos están en mi cabeza, tan revueltos están en mi cabeza, que bien pudiera interpretar mas como un sucio contaminante sonar que como luces definidas y armónicas.

Escucho revuelos, gritos, escucho cantares, ¿graznidos?, ¿debates? La ultima palabra dibujada por unos labios amorosos, un suspiro, un grito desesperado, el cascabel de aquella víbora y sus sonidos al arrastrarse inocua sobre la tierra roja y caliente.

Indigna, y un mar de sonidos, truenos, lloviznas, tormentas ¿ametralladoras? ¡Una locura! .

De imágenes y subiendo cada vez mas, como en un radio que girando la perilla del volumen, sube cada vez mas, mas, mas!! De pronto!! El estallido. Así como la sonada teoría sobre el estallido universal….

Se comienza a formar cantidad de colores, cada uno con un sonido particular, que en conjunto ya armonía dirigida.

El barco sobre las olas tempranas, su ir y venir, las olas danzan estallando entre si, un cielo sobre el paisaje.

Las nubes blancas, gruesas y pesadas, como augurando tormenta pero en este momento tan bellas, que despejan todo ese pensamiento del mal tiempo.

El sol atravesándolas con sus rayos, delgados, gruesos, brillantes en un principio al entremeterse, y desvaneciéndose según avanza hacia la superficie marina, que es bañada de cada uno de esos rayos, cristalizando el agua, expandiendo su brillo natural.

Se miran las olas pequeñas moviéndose, y el claro deslizarse del agua, un rayo de luz, proveniente del cielo, choca contra el agua y parece chocar así con un espejo inmaculado, segando el ajo que por un momento pensó contemplar una epifanía, que solo quedo como un recuerdo lejano de lo ocurrido, como un sueño que al despertar, no es recordado con exactitud.

Y se respira el viento fresco, marítimo, encantador, embelesador, como caricia inexplicable juguetea con cada bello de la piel, el mas pequeño, el que no se ve, pero que con el mas mínimo roce de viento, enciende todas las enredaderas nerviosas, que envían una mensaje de pleno éxtasis al cerebro, encuentran el ultimo toque para el cuadro físico del mar, tan solo en su parte exterior sin llegar a tocar al profundidad de su verdadera belleza.

Así cuadro por cuadro se encarna vivamente en mis sueños despiertos.

De pecado en pecado, recorriendo un camino existente en la imaginación mas indefinida y lujosa, me dejo caer el la hierba aspirando por brevedad la dignificante irrealidad, que me es necesaria para vivir.

“la mentira que viva, viva entraña de mis ser ahora”.