Entre sueños y realidad

Comienzo a despertar, todo es confuso, a caballo entre el sueño y la realidad, pero oigo tu respiración sosegada, profunda, y el calor, ese calor tan especial, tan tuyo; y sin abrir los ojos, deleitándome de los últimos instantes del sueño; incoscientemente lo busco, hasta sentir tu piel suave, que me acaricia y me llena de promesas. Y tú aún en tus sueños respondes a mi contacto y te aprietas suavemente, y sin palabras, sé que lo deseas, que lo quieres. Y nuestras necesidades de respirar, se hacen una, y se agitan y se mutan a jadeos; pero sigues dormida, o quizás ya estas en esa neblinosa frontera entre sueño y realidad, no lo sé; solo sé que estás. y los jadeos se hacen suspiros.

Y quiero correr y saltar y gritar, apretarte con fuerza con desesperación, como si del final del mundo se tratara; pero no, no lo hago, quisiera que ese breve momento se hiciera eterno. Pero como si de una sinfonía celestial se tratara, va subiendo en intensidad, y no soy capaz de contenerme, me puede y claúdico, y nos hacemos uno y nada mas exise en ese momento; y súbitamente los ríos se desbordan, las presas revientan, los mares levantan olas gigantes..., El mundo eres tú y nada mas me importa.

Mi cuerpo queda laxo, exausto, como flotando entre nuebes, y me sumergo de nuevo en el mundo de los sueños, pero abrazado a tí, sintiendo tu calor, ese calor que no solo me conforta y me protege del frío de la mañana, lo siento en lo mas profundo de mi alma...

Ahora sé que me dabas y ahora aprecio su valor, justamente ahora que nadie me hace sentirlo; realmente este mundo no está hecho para mí.