Episodios interurbanos (Madrid-Galapagar)

Son radicalmente guapas
como solo sabéis serlo las gitanas.
Al bajar del autobús
me llaman: se le ha caído el jersey;
sonrisa: muchas gracias;
sonrisa: de nada.

Lleva una bolsa en la mano,
se duerme, se le cae al suelo,
la arrastran por el pasillo, se la llevan,
se despierta, se conforma.
Yo no digo nada.
Quiero pensar que no era muy valioso,
que solo le robamos su cansancio.
Entonces yo
aún
no te amaba.

Quiere que llamen al caballo Navarre;
Rutger Hauer
hizo más papeles además de Roy.
Se pasa el viaje entero al móvil
detrás de mí,
pero me cae muy bien;
le gusta Lady Halcón,
la voz le brilla,
parece enamorada.

Tiene tres causas,
hay que pagar al abogado,
nadie más va a ayudar a mi padre.
La primera noche son quinientos soles
para pagarse la cama.
Se pasa el viaje entero al móvil
delante de mí.
¿Qué harías tú?
Quinientos soles,
hay un cajero en el intercambiador.


Álvaro del Prado
17 de mayo de 2017
© Todos los derechos reservados.

 

Me ha encantado leerte, pues no parece sólo un poema, sino una vivencia y sobre todo, lo más hermoso es esa forma de posar los ojos sobre los demás...Preciosa cualidad que ya pocos poseen, admiran, alimentan, mas tan necesaria en nuestros días
Encantadisima...
Saludos.

 

Justamente, Lirae, es un poema hecho de algunas de esas observaciones de los viajes en autobús. Me alegro de que te gustara.

 

Muy bien poeta, mucha calidad tienen tus letras. Un placer leerte. Un lujo para el foro contar contigo. Superarás a tu Profe, fijo.
Abrazos, Álvaro.

 

Je, je, gracias, Luis. Mi objetivo no es superarle, sino encontrar mi propia voz.

 

Muy bien hiladas las historias y muy original el poema. La segunda parte me ha descolocado un poco porque me había ubicado en Madrid...

Un abrazo y felicidades!!

Palmira

 

Solo por no dejarlo sin contestar (aunque vengo con mucho retraso):

Sí, era en Madrid. La última estrofa sale de una conversación telefónica que no pude evitar escuchar en el autobús.