Éramos unos niños... (imaginación)

Éramos unos niños cuando aún no existía lo perfecto, recordando que para nosotros la vida era sólo un juego. Corríamos en ese entonces hasta que la temible noche llegaba y abrazados a nuestras almohadas cerrabamos los ojos sólo para poder soñar. Al amanecer sabíamos que estaríamos nuevamente despiertos, con vida, escapando de la inmensa y sombría oscuridad.

Éramos unos niños cuando sólo habitaba la alegría de estar vivos, la muerte era tan lejana en ese entonces que no comprendíamos la tristeza de todo aquello. Unidas nuestras manos, a la sombra de un viejo árbol, la brisa primaveral jugaba con nuestros rostros y cerrabamos los ojos para describir cada palabra el sentimiento que vivía en los dos. El día daba su último aliento, su último rayo de luz y la calidez de tus abrazos se convertían en un adiós.

¿Cuándo volverás a verme? ¿Volveremos a jugar? ¿Seguirás estando a mi lado? Nunca sueltes de mi mano cuando sólo en tus sueños quiero habitar...

Éramos unos niños cuando reíamos de los adultos y sus conversaciones cotidianas, nos burlabamos de todo existente a la realidad, sólo los dos sabíamos el verdadero significado de la fantasía que había en nuestro pequeño mundo. Nada para nosotros era normal.
Cada mañana antes de partir iba a tu búsqueda, sólo te encontraba en aquel viejo árbol que te veía crecer. Sentado de espaldas saludando al sol tu vida y la mía se unían para darnos calor. Te pregunto cómo has estado y respondiendo con serena tranquilidad "yo descansado"... Que extraño saber que ambos somos seres de diferentes mundos. Yo tomo de tu mano y la poso por mi mejilla, me miras a los ojos diciendo que me extrañas cada día.

Éramos unos niños cuando sólo lloraba en tu hombro y una triste y solitaria lágrima deambulaba por todo mi rostro. Eras tú esa luz que no me daba el día y protegías mis sueños cuando el miedo a la noche aparecía, sólo tú cuidabas bien este sentimiento.

Éramos unos niños cuando teníamos claro el significado del verbo amar, porque tú y yo éramos eso que no se podía explicar a través de deseos y palabras... Cuando mi tristeza pase por tu partida, recordaré siempre que estaré viva. Nunca habrá muerto el deseo de poder amarte.

Éramos unos niños y tú sólo existías en mi imaginación, era algo profundo, que despertaba lo más hondo de mi pequeño corazón.

Caminemos descalzos por pasto húmedo, caminemos de la mano hasta que las estrellas iluminen esta oscuridad, guia mi camino y deja que nuestras miradas hablen. Bailemos juntos por el cielo ahora que el firmamento, esta noche estrellada es complice de nuestras emociones. No haz muerto, sólo eres un ángel en mi vida, una bella figura que ha llegado a mi corazón a sólo darme de su amor y alegría. ​

 

muy buena prosa,
la imaginación es lo más importante que el conocimiento, así lo creo
un saludo cordial Impresionista!

Pisco