Erebrab / Multitud

Desde la región donde un pez voluntarioso, oscuro,
desorganizó el Reposo y esparció sus renacuajos
de cola larga y sin futuro en el Erebo,
donde el agua del Olvido se estancara
y la cesta de la memoria y la esperanza
se han hundido, o ya no flota,
van pudriéndose los ojos,
va ensordeciéndose el varón,
volviéndose la suma de una masa
de traiciones, allí donde no hay pesebres
ni brazos abiertos de posada
ni una paloma ajena al ajenjo,
sólo dolor, vergüenza y escándalo.

Así nació el hombre tenebroso,
el hombre mutilado, insensato,
el remanente, malsano Erebrab, la multitud.


9-8-1997 / De «Teth, mi serpiente»

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