Eres la pÍldora de mi muerte perpetua

Ahora aprieto los segundos;
Busco la hora exacta de tu sonrisa,
la nieve cae en puntadas diagonales,
el eje de tu cuerpo me es adverso,
el rastro de tu nombre es mi fantasía.

Ahogado en la penumbra de noches
taciturnas, los abedules son oscuros,
los sueños son oscuros, la realidad
no representa nada, mi existencia
es una cuna vacía, llevo las manos
vacías, la boca tan fría sin tu aliento.

No siento mis piernas, ni el trepidar
del viento, no tengo presencia,
no tengo ausencia, tengo las venas
Incipientes de tu rostro,
tengo la fría ventana que recuerda
las primaveras sagradas.

Quedo de tu adiós un adiós
(la sombra tan ajena de mi cuerpo),
los versos muerden ahora las estrellas,
las sombras muerden ahora tu silueta,
eres la píldora de mi muerte perpetua.
​

 

El adios siempre duele, ahora pregunta porque fue.

 

Dolorosas letras, un agrado pasar por tu inspiración.
saludos
Esperanzapaz

 

Antes que nada bienvenido y felicidades por el poema que nos regalas, sin duda tienes oficio.

Saludos

 

Gracias por sus mensajes a todos. Espero seguir contando con su apoyo en mis proximas publicaciones. Y cualquier falla me dicen que estoy dispuesto a mejorar en lo que falle.