Ernesto

Ernesto.


Dos corazones unidos en una ficticia pasión
el un obrero curtido , ella una dama de honor,
ella se acuesta en la alcoba de una lujosa mansión
en fino camastro de plata y colcha de buen algodón.


El se recuesta cansado sobre una tarima y colchón,
en la estreches insipiente de una sencilla habitación,
canta sus trovas al cielo, de estrellas de hermoso color
y le confiesa el anhelo que le consume de amor:


¿Cómo decir que te quiero, si nunca te fijas en mi?
Vuela mi sueño dorado tan alto y no llego hasta ti,
hay muchachita bendita, como una flor de alhelí
cuando te veo solita siento mi alma morir.


Vas caminando entre flores, de tan hermoso jardín
y es tu perfume mas fino que el aroma de jazmín,
franco, sincero y honesto, hombre de buen corazón
tengo por nombre Ernesto y usted es mi gran ilusión,
oro ni plata yo tengo, ni joyas de alto valor
pero le ofrezco el sustento, y un corazón con amor.


Al alborear la mañana lo despertó un gran pregón:
Se casa la mas bella niña , que vive en esta región...
Ya va llegando la gente vestida para tal ocasión,
joyas , alhajas, pendientes, camino de aquella mansión.

Se casa la niña bonita, prenda de mi corazón
sin ella vivir yo no quiero, prefiero morir que el dolor,
se irá a tierras extrañas, negando a mi mundo su amor
quiso Dios que así fuera, adiós pues mi dulce ilusión.


Por la mañana siguiente, van camino del altar
dos carrozas diferentes, a la bendición final,
en una van los contrayentes, que en pompa se van a casar
en la otra Ernesto el doliente, que lo llevan a enterrar.​

 

Excelsa tu obra. Aplausos, por supuesto.

 

Ay, corazón
fíjate haber despertado
para enamorarte,
desobedeciendo a mis huesos
al dolor enquistado,
a todas mis batallas perdidas
celebres en llantos;
sino te hubiera conocido,
si tan solo no te hubiera amado tanto.
Ay, si no existieras
no lloraría ahora seguramente,
pero, te echaría tanto de menos.

Un verdadero honor leerte en esta magnifica exposición poética.