Eros

EROS

Bailan su dulce ritual
de encendidas danzas
adorando a Eros
las bellas señoras
entre sábanas etéreas
de nubes y flores
convocando al éxtasis
pleno de ardor.

Las damas ardientes
acompañan
con el veloz cimbrear
de sus caderas
al roce sin pausa
de ligeras lenguas
que acarician sin sosiego
con vehemencia y sin parar.

Son bellas y mágicas mujeres
como pétalos de flores
que vagan por el monte
danzando y retozando
con los sátiros del bosque
amigos de las ninfas de los ríos.

Desean la ensoñación
de placeres nuevos
bajo la luz de las estrellas
en las noches de verano
que con sus paisajes de Luna
iluminan a las almas
cuando vuelan
en voluptuosas veladas
de ritmo y de ardor.

Bajo el cielo
elevan al infinito
suspiros, besos y gemidos
para que lleguen
a una estrella
y los dibuje el joven Eros
en alguna constelación
para su eterno contemplar.

Que escapen esos felices gritos
con su pasión y fuego
acompañando
a la expansión universal.

Y un erótico estampido final
en su cósmico brillar
enciende al universo entero
y lo hace en pedazos estallar.
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