Es Lo Que Hay

Rutilante apoplejía de términos coherentes.
Falacia extraordinaria de algún pobre demente.
Éxodo de sintaxis que da dolor de vientre.
Estulta presbicia de corazón, cuerpo y mente

Caballero dionisíaco hijo de la mescalina
que hace promulgar la más traidora inquina,
como ladrón que dispara a la vuelta de la esquina.
La injusticia, a mí, me quita la misma vida

Mendaz y pérfido cúmulo de suciedad,
inope de ilusión vuelves a reiterar
que las sabandijas pueden perdurar
y sentir rendido culto de su propia sociedad

Apártense ya los burdos y de sangre rojos antifaces,
creados con agujas enhebradas con puñales
que, puntada tras puntada, se transforman en pañales
que evitan que los cobardes dejen atrás sus genitales