Es porque quiero.

Si tiendo a tu expresión es porque quiero

llevarte donde apuro mi segundo,

instante que vital es tan profundo

que solo por sentirlo te requiero.


Si tomo tu candor –candor certero-

me vuelvo del revés y me fecundo

las sienes con el fuego más rotundo

que surge de tu Nombre, Carpintero.


Perenne te me das vigorizante

naciendo para mí por la mañana

en una exaltación reconfortante…


Me asomo al exterior por tu ventana

buscando en tu mirada convocante

la Vida que me legas soberana.

 

Una entrega que llena de candor el alma y se refleja en sus letras, un excelente soneto, encantada de leerle, saludos!

 

Otra muestra más de delicadeza y buen hacer poético para con ese interlocutor al que, sin duda, agradarán muy mucho tus versos. Un placer leer este magnífico soneto.
Con mi abrazo,
Salvador.

 

Veles, muchas gracias por la sonrisa y por el saludo. Te lo devuelvo acrecentado.
Esteban.

 

Muchas gracias, Salvador. Otro abrazo para ti.
Esteban.

 

Muchas gracias, Brisa. Saludos.