Esa fue mi vida (III)

Haciendo de nuevo,
el recuento de los días,
cae en la realidad,
que todo echó raíces hace mucho tiempo atrás.

A pesar de vivir en agonía y oscuridad,
el Sol brilló una vez más,
del cielo, luciérnagas, mariposas y libélulas,
dieron color al frío y gris mausoleo del rencor.

Pero la maldición continuó,
el dolor, la ira, persistió,
atacando de forma despiadada,
a seres de luz que juré proteger,
aunque tuviera que mi alma vender (otra vez).

Ahora en el Estigia,
tratando de mantenerme a flote,
la culpa es mi ancla,
sujeta al fondo, me hunde,
no pudiendo salvar mi vida,
¿Cómo pretendía seguir fiel a mi ninfa?

Cuando el mar de lágrimas,
cubrió completamente mi alma,
pude ver como nunca antes,
pude sentir el dolor que causé al encerrarme.

Esa fue mi verdadera muerte,
ver como hice mal a mis más amados seres,
ahora, que ya ese tiempo quedó atrás,
sólo queda recordar cómo llorar.

Aunque ninguna lágrima logre brotar,
el dolor siempre permanecerá,
aunque la apariencia diga muchas cosas,
dos cartas no pudieron encontrar el balance, pero tal vez si... Solas.

El recordar como eché a perder mi vida,
ni renaciendo podré pagar todas esas injusticias y mentiras,
esa fue mi vida, ésta es mi triste despedida,
tratando de no ser conformista, guardando alguna esperanza...
Hasta el fin de los días.

 

Borrón y cuenta nueva. 23 años dan para mucho.

 

Tienes razón, pero para poder empezar de nuevo, hay que terminar algunas cosas primero. Gracias por el comentario.