Escolopendras de Mar Muerto

los rostros del ayer nunca fueron miles
eran borrachas escolopendras de Mar Muerto

la sólida distancia entre el hombre y una cáscara de mandarina
era el vuelo regresando al Cucú
—nadie atisbó nunca ese giro—

el Poder se vistió de Dios
porque al humano no le gusta ser ateo
y esos bichos
en lugar de abismarse tienen miedo
se agarran de cualquier borde
blando que sea
para no ver hacia abajo
para evitar la arcada
para detenerse ante lo sublime de un sonido
de una canción ya hecha y perfectamente entonada
y sentirse ¡oh!, tan plenos
también les encanta ver la luna llena
suspirar ante el vomitivo encanto
regalarle palabras
poemas
¡yo me menguo!
porque llevan el ser burgués en la sangre
aunque tengan la jeta atiborrada de libertad, respeto y otras tantas palabrotas
que son base
pero de tanta manicura han quedado mefíticamente acetonizadas
llenas de peligro y negro esmalte
¡cuánta patraña en la tierra!
¡cuánto invento!
lo peor y lo más triste
es que toda esta bazofia nos fascina
tanto así
que la seguimos eligiendo



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Darkshade, grato visitarte y felicitarte por tan bellas letras.

Saludos,

 

No lo note tan surrealista, pero eso sí, muy profundo y certero poema, lo comprendí demasiado: la fe, la esperanza en vuelta en esa devoción honrando tributos a una cruz de madera. La esperanza de no sentirse tan solos en el universo, la esperanza de que haya algo mas allá de la muerte, es que tal vez inconsciente o conscientemente buscamos la salvación eterna, al costo que sea por el simple hecho de tener miedo de nuestra existencia.
Creo que todas las respuestas llevan al miedo y creo que los medios que el humano emplea difamar ese miedo son los que plantean que hay una única salida, la de seguir al ganado que va rumbo a un precipicio.
Porque somos bestias ciegas y nada más. Es lo que comprendí o ya estoy delirando. Es más me tiro a la pileta diciendo que este poema podría entrar como piña en el realismo, salvo por algún que otro simbolismo.
Como siempre disfrute leyéndote
Un abrazo