Escribiendo para mi mismo

ESCRIBIENDO PARA MI MISMO



Aunque suene absurdo,

estoy tratando de escribirme a mi mismo,

sólo que me encuentro en un dilema

pues no sé si empezar por decirme algo alagador

o decirme una piadosa mentira,

como por ejemplo;

que me veo muy bien a mis cincuenta y tantos

o que soy un super dotado

de cualidades

dicho en otras palabras

“un estuche de monerías”

que toco muy bien la batería,

que soy uno de los preferidos de Dios nuestro Señor,

o que he ganado muchos concursos de poesía,

pero creo que por ahí no va la cosa,

debe ser algo, que para empezar

yo mismo me lo crea,

¿pero qué me puedo decir?.


Pensé que podría ser fácil, divertido

e interesantísimo,

poder decirse con toda solemnidad

hola, soy yo y estrecharme la mano yo mismo,

saludarme con afecto,

escuchar con atención todo lo que tengo que decirme:

que soy un glotón,

un supersticioso,

que he inflamado corazones, sentimientos,

que he promovido hosannas a la vida

con algunos poemas de los que escribo.


Y bien,

podría seguir hablando de mi mismo

hasta el cansancio

y parte sería verdad

y parte sería exageración

y otra parte sería mentira.



Ahora es tiempo de salir a la calle,

comprar unas navajas para afeitar,

un refresco de uva bien frío,

comprar en mi puesto de revistas favorito

mi revista semanal,

-el Memín Pinguín-

ir a trabajar

y al llegar nuevamente a casa

tomarme un delicioso whisky.



¿Saben?

después de estar conmigo mismo,

puedo decirle sin temor

a mi oído...

que soy tan normal como muchos

y que también tengo

momentos de satisfacción total

en mi vida,

hoy también le dije a mi corazón,

gracias...

por latir magistralmente este día.

 

La motivación nunca está demás.

 

Notable, hermoso, muy bello, muy bien hecho.

 

Nuevamente gracias Sr. POESÍA. MI ADMIRACIÓN PARA USTED