Escribir es mi alimento (Décima con pie forzado)

Se me encaja la tristeza
y no la puedo sacar
todo se me va en llorar
es por una sutileza
que he perdido la cabeza.
Y no pasa ni un momento
mientras va pasando el día
que despeje mi agonía,
tal vez si ahora lo cuento,
escribir es mi alimento.​

 

Hay quien se ufana de un trazo
bombástico y pretencioso.
Escribe maravilloso…
…para darle un garrotazo.
Aunque pincele un brochazo
escribo; no hago aspaviento.
La soberbia es el fermento
que corrompe las virtudes.
De todas formas, no dudes:
¡escribir es mi alimento!

 

Entro y leo y me libero
de pesadumbre y tristeza
y se me quita lo tiesa
poco a poco ánimo adquiero
y decido: escribir quiero.
Y me olvido del lamento
que provocan unas riñas
que me dejan con morriñas
aquí me digo: ¡Un momento!
Escribir es mi alimento.​

 

Existe una enciclopedia
incalculable en el mundo.
Lo digo en tono rotundo:
por encima de la media
leerás, sino es tragedia.
De escribir, ¡es el cimiento!
Confirman que no le miento
agnósticos, franciscanos
leguleyos y escribanos:
¡Escribir es mi alimento!

 

Suena suave la guitarra
es un estudio de Sor
que me suena soñador
esa música me amarra
y me siento una cigarra
que canta su último aliento
pues le sangra el corazón
y me causa desazón.
Recuerdo en este momento
escribir es mi alimento.

​

 

Si invade la pesadumbre
y no puedo concentrarme
yo no vacilo en aislarme:
le escapo a la muchedumbre.
Creo que existe una cumbre
y es la del conocimiento.
Leo y medito un momento
y me preparo a escribir.
Yo siempre habré de decir:
¡Escribir es mi alimento!

 

Ando caminos del campo
encuentro amigos sonrientes
me cuidan de las serpientes
es que a veces yo me entrampo
mejor con ellos acampo
así segura me siento
ahí encuentro gran solaz
y cuando al fin tengo paz
en un cuaderno lo cuento
Escribir es mi alimento.

​

 

Un verso escribo a la hormiga
y otro a su hojita tronchada,
a esa mujer bienamada
y al rival que me fustiga.
Todo es fábula, cantiga,
alba, noche, calma y viento.
Escribiré el testamento
y hasta mi propio epitafio.
No quiero pecar de zafio:
¡Escribir es mi alimento!

 

Leo cuentos y novelas
tienen historias sin par
a veces quiero llorar
en historias con secuela
que logran que a una le duela.
Mejor olvido el lamento
y por cambiar lo que siento
escribo mi propia historia
que al final llegue a la gloria
¡Escribir es mi alimento!​

 

Tuve un abuelo extremeño
muy fuerte y trabajador,
era cariño y sudor
aunque de poco fue dueño.
Él me enseñó de pequeño
a procurarme el sustento.
No me detengo un momento
salvo la gran excepción
que demanda mi pasión:
¡escribir es mi alimento!

 

Con palabras juego alegre
y voy componiendo historias
son a veces vanaglorias
por que mi espíritu integre
ánimo y tristeza legre.
Y con eso me contento
y me acuerdo de mis niños
como me daban cariños
aun cuando fuese un momento.
¡Escribir es mi alimento!​

 

Le describo en la escritura
tanto cariño y ternura
como maldades, patrañas,
dobleces y malas mañas.
No hago alarde de bravura
mas al traidor, no le miento,
no le doy tregua un momento
y mi verso se impacienta
por cantarle las cuarenta.
¡Escribir es mi alimento!

 

Cito de mi alma la pena
pero yo ya estoy tan harta
siempre lágrimas ensarta
es infinita condena
y mi voz quebrada suena
Escribo canto y lamento
y va quedando en las letras
todo el dolor que penetras
y yo vuelo como el viento
¡Escribir es mi alimento!​

 

Escribir es cosa seria
y a veces tema jocundo.
Puedes mostrarte profundo
describiendo la miseria
y otras cual loco de feria*.
Para alguno es condimento,
un sencillo aditamento
de la vida cotidiana.
Yo digo como Luciana:
¡Escribir es mi alimento!

*No es toy seguro si esta expresión no pasa de ser un regionalismo. Se refiere a una persona disparatada y/o estrafalaria.

 

A mí me gusta cantar
porque así estoy más contenta
cantar a mí me alimenta
la sonrisa quiere estar
y me pongo yo a versar.
Y si contenta me siento
pronto mis penas mitigo
y converso con mi amigo
que echa sus penas al viento
¡Escribir es mi alimento!
​

 

Me gusta la “Iteractiva”.
A veces, otros aportan
narraciones que me absortan,
lanzándome a la deriva.
¡Y mi Musa es una diva!
No se trata de aspaviento
ni de orgullo del momento:
lo mío es velocidad
pues trazo a la brevedad.
¡Escribir es mi alimento!​

 

No se si se ha comprendido
cómo seguir este reto,
¿puede escribirse un soneto
que explique a quien lo ha leído?

No quiero ser aburrido
ni faltarles el respeto,
ya les diré, lo prometo
la explicación que he traído.

Sirva de presentación
este breve sonetillo
para pasar a la acción:

presentar con chascarrillo
cuál sería la razón
que mata mi gusanillo.

Añadiendo este estribillo
-que cuenta como un lo siento-
escribir es mi alimento.​

*********​

¿Que por qué escribo poesía...?
Para ver si de esta forma
terminan de enterarse de una vez,
¡Por todas!
(y para todas…)

Metamorfosis
Escribir un poema es un encanto,
mil pruebas para escoger cada verso
de un grupo de palabras tan diverso
antes de decidir si aquí me planto.

Enfrentarse al papel estando en blanco
me consta ser tarea laboriosa,
sin duda mucho más que escribir prosa.
Les juro que estoy siéndoles muy franco.

Lo más gratificante llega ahora,
pendiente de lograr estar completo
le falta ese matiz que lo decora

y así dejar de ser aquel boceto,
que cambiará a raíz de esa mejora,
llegando a convertirse en un soneto.

 

Me gusta su aportación
sin décima o pie forzado.
Quien yo sé ya está pasado
que le armemos un follón
con una nueva infracción
ignorando el reglamento.
A mí me pone contento
su notable travesura.
Hemos, en común locura,
de vivir este momento.
¡Escribir es mi alimento!​

 

Créame que no vi claro
cuando describen la norma
que se obligue alguna forma,
al menos yo no me aclaro.
En cualquier caso declaro
el más profundo lamento
y me adhiero al fundamento
que parece haber calado
y a mi también me ha atrapado:
Escribir es mi alimento.

 

Ofrendas por todas partes
con flores de cempasúchil
es desde aquí hasta Guamúchil
desde el primero que es martes
hasta el dos y ya repartes.
Pan de muertos, buen aliento
y a escribir las calaveras
para todos los que quieras
hay que vivir el momento
¡Escribir es mi alimento!.​

 

La Parca supo escapar
cuando, un tanto enardecida,
dijo “vengo por tu vida
y también por tu rimar”.
Tuvo que rauda rajar*,
porque en un furioso intento
a su capote piojento
se lo quité de un mandoble.
Le grité, “¡escribir es noble,
escribir es mi alimento!”

rajar: significa escapar en varios países del cono sur.

 

Mi musa se fue de fiesta
a mí me ha dejado sola
ya no doy ni pie con bola
tengo muy seca la testa
nada se me manifiesta
Es por eso mi lamento
ya ni las palabras cuajan
ya no me suben, se bajan
por eso escribir intento
¡Escribir es mi alimento!​

 

Soy todavía aprendiz
entendiendo poco a poco,
hay días que me desboco
y cometo mi deliz.
Pero esto me hace feliz
por eso siempre lo intento,
los errores no lamento
pues me ayudan a aprender,
desde que logré entender
escribir es mi alimento.

 

Es Isla, con vehemencia,
que deja la cosa clara:
la escuela no sale cara…
la escuela de la experiencia.
Pero solo con paciencia
se adquiere conocimiento.
Siempre digo que lo intento,
del tema soy estudiante
mas no luzco vacilante:
¡Escribir es mi alimento!​

 

La música alegra tanto
y al espíritu conforta
que ya alegre nada importa.
Sin pensar ahora canto
y así mi ánimo levanto
con la música yo siento
que la vida es llevadera
y escribo y la letra impera.
Música y letra portento.
¡Escribir es mi alimento!

​

 

Supe escribir con pasión
las coplas y seguidillas
cantadas de maravillas
por un juglar campeón.
Pero acabó la función.
¡Qué suene otra copla al viento!
¡Ha muerto el noble cantante!
Pues que el muerto se levante
al menos por un momento.
¡Escribir es mi alimento!​

 

Hoy disfruto las canciones
de una manera distinta,
ellas vienen de una tinta
donde riman creaciones.
Allí explotan emociones
métrica y conocimiento,
aflorando el sentimiento
la música es poesía,
ellas dos son mi energía
escribir es mi alimento.

 

En artes del contrapunto*
me verán ensimismado
y no porque haya estudiado
muy a fondo tal asunto.
Yo con poetas me junto.
Apropícuese un momento
a mi bohemio estamento
y causemos conmoción
en memorable tensón.
¡Escribir es mi alimento!​

* contrapunto: m. Arg., Bol., Chile y Ec. Desafío de dos o más poetas populares.