Escucha

ESCUCHA

Escucha, escucha, escucha,
ese retumbar de oboes en el vidrio,
el estrépito de canicas chocándose en la arena,
el estallido de lozas en el agua…
escucha, escucha, escucha,
ese estribillo de rocío en la verja,
la sinfonía del pájaro huidizo
en el corazón del bosque trashumante,
el bramido de la ola
en los oídos lacrados de la piedra…
escucha, escucha, escucha,
ese martilleo de hiedra socavando las paredes,
el cascabeleo de corceles irisando las estepas,
el sonajero de dientes jugando parqués en el sueño…
escucha, escucha, escucha,
ese trotar de pasto en las sabanas,
el ronroneo de fiebres acicalando las sienes,
el mugido de la brisa devanando impotente
los acantilados de la tarde;
escucha, escucha, escúchalo,
es el silencio,
el locuaz silencio buscando pesaroso
ese alto precipicio
desde donde pregonar el eco de tu nombre.

 

Me llevo el ultimo versos estimado poeta, todo el poema es maravilloso especialmente porque ahorita mismo estoy en el silencio.

Abrazos con estrellas,

 

Me encanta el poema Jairo. Especialmente el final.

Sergio

 

Me gusta mucho estar en silencio.
es cuando mejor se está.
Besos y aplausos.

 

Gracias estimada amiga, no sólo el último verso, todo el poema es suyo si bien lo desea, con gusto le concedo ese placer.
Un abrazo, Jairo.

 

Gracias Sergio, me agrada saber que el final ha sido de impacto. Un cordial saludo. Jairo.

 

Hola gala, gracias por esos besos y aplausos, con agrado y humildad los recibo. Jairo.

 

Vaya!, como eleva el ritmo paso a paso, trote - galope - trote - galope. Excelente Jairo, sonidos sin voz que aplastan.

Preciosa entrega. Felicidades!

Palmira

 

Encantado de que haya sido así, agradezco vuestra especial consideración. Abrazo. J.

 

Agradecido y humildelmente elevado, me alegro que sea un impacto de sintonías. Un abrazo, todos mis saludos y respetos de admiración a su especial persona. J.