Escúchame Señor (soneto)

Escúchame Señor de lo infinito
que ahondas los silencios con destreza,
mira mi corazón y su pobreza
y dame de tu gracia oh Dios bendito.

Ven esta noche, aquí, que necesito
de tu misericordia y fortaleza
pues muero poco a poco de tristeza
y dejo el corazón en este escrito.

Tú entiendes la raíces de mis penas,
(heridas de un pretérito tan fiero)
la cárcel, la prisión y sus condenas.

Tú entiendes todo Altísimo Cordero,
ayúdame a romper estas cadenas ,
que si no vienes hoy, Señor me muero...​

 

Darío
Son tus letras una oración que se eleva
con versos suplicantes hasta el Altísimo,
abriendo tu corazón ante su majestad suprema,
en la búsqueda de su misericordia y fortaleza.
Creo que una súplica que viene desde la hondura
de un corazón sincero siempre tendrá acogida
en aquel que es todo amor.
Mis estrellas y un abrazo con cariño.
Ana

 

Excelente soneto, que es toda una plegaria en su contenido. Felicidades.

Un abrazo.

José Luis

 

Un soneto, una oración magistralmente efectuada.

Un placer haber recorrido sus versos y su poema tan elaborado y bello.

Se le saluda.

 

Una plegaria escrita con el alma. La esperanza del rescate de cadenas que atan todo conocimiento, todo sentimiento. Cadenas que se hacen eternas y encarcelan el corazón.Sólo Dios las rompe y nos da la libertad. Bello soneto. Felicidades. Saludos....

 

Precioso este soneto de súplica Darío, con muy buen ritmo y contenido, me ha encantado, gracias por compartirlo, un abrazo poeta.

 

Creme que muchos de nosotros lo necesitamos,
por que no hay nada mas grande que su amor....
un amor, puro y verdadero..
Hermoso soneto DARÍO, es que siempre escribiendo con el corazón...
Te aplaudo y te dejo todo mi cariño...
sonrie sipi

 

Una desgarradora plegaria contenida en un soneto de impecable factura. Llegar a tu poesía, mi amigo, es garantía de momentos de impagable lectura.
Un abrazo, Darío, y toda mi admiración.

 

Un impecable soneto plegaria, Darío. Te señalo pequeños detalles en el texto.
abrazo
Jorge

Escúchame Señor de lo infinito (pondría entre comas el vocativo «Señor de lo infinito»)
que ahondas los silencios con destreza,
mira mi corazón y su pobreza
y dame de tu gracia oh Dios bendito.

Ven esta noche, aquí, que necesito
de tu misericordia y fortaleza
pues muero poco a poco de tristeza
y dejo el corazón en este escrito.

Tú entiendes la raíces de mis penas, (debería ser «las raíces»)
(heridas de un pretérito tan fiero)
la cárcel, la prisión y sus condenas.

Tú entiendes todo Altísimo Cordero, (falta una coma antes del vocativo «Altísimo Cordero»)
ayúdame a romper estas cadenas ,
que si no vienes hoy, Señor me muero... (falta una coma después del vocativo «Señor»)

 

Nunca es tarde si hay buena dicha, dice el dicho, y este es el caso; gracias a Musador he descubierto este hermoso soneto-plegaria al que le veo pinceladas que le acercan al estilo de los grandes místicos de la poesía española.

Con las correciones que te sugiere Jorge, que las veo muy pertinentes, te quedará perfecto.

Te felicito.

Un saludo.