escuchando a dvorak

como un continente desconocido de pronto emergido de las violentas aguas lujuriosas
como miles de caballos gauchos trotando en el mar infinito
como los soldados en las màs antiguas fotografìas
como las masas peronistas el 17 de octubre de 1945
como un concierto de estrellas titilando desconcertadas
como el hombre que corre a 1000 por hora y de pronto se detiene ante el abismo
como racimos de folklore rural recogido en rama en ramajes de balcones de hierro
como las ciudades bombardeadas durante la penùltima guerra mundial
como cientos de amantes ardientes desnudos en la orgìa de fuego infinita
como marejadas de esperma de semen
como un oleaje viscoso y caliente ardiendo en la noche
como baldes de aceite hirviente arrojados a los soldados ingleses invasores en 1807
como el viento pampero en el tango homònimo mientras bailamos abrasados desnudos
besàndonos apasionadamente en los labios en toda la boca en los dientes en la garganta
como dos lenguas que se tocan y se lamen y se chupan miràndose a los ojos
como el beso de dos desconocidos infinitamente promiscuos en el baño pùblico
masturbàndose mutuamente como solìan hacerlo los homosexuales en el toilette subsuelo
como los dientes que se entrechocan mientras estàn bailando y se rompen de golpe
como los borrachos de amor y odio que se empujan en una danza amorfa y desordenada
como los que se trompean en medio de la calle como en un paisaje goyesco
como los trabajadores peronistas refrescàndose en la fuente de plaza de mayo sus pies
como los padres que levantan en brazos a sus niños para ser bautizados con agua bendita
como los amantes que se aman en medio de la noche y en medio de la cama blanca
como las bocas que se pegan como imanes
como los amantes que se dan de cachetazos en medio de la noche y del infierno cotidiano
como los estudiantes que alzan cientos de banderas en la plaza del congreso
como cientos de bailarines que bailan tango en medio de la calle y de la noche de sàbado
como miles de bailarines que bailan rock bailan swing
como millones de libros que caen al mar o se desmoronan de pronto y caen como un alud
como una isla de hielo que navega solitaria en medio del ocèano infinito
cuyas olas se encrespan y elevan peligrosamente alrededor de la nave del estado
como una orgìa en la noche en medio de la fiesta swinger decenas de amantes desnudos
que se acoplan en medio de un mar de gemidos
como millones de trabajadores que salen de sus casas por la mañana para sus labores
y de pronto por la tarde vuelven del centro de la ciudad abarrotando los colectivos
los subtes y las distintas clases de transporte trenes automòviles o caminan por las calles
como el viento que peina el bosque y los campos sembrados de trigo soja maìz lino etc.

como los amantes nocturnos que en la oscuridad de la noche unen sus bocas en un beso infinito infinitesimal e interminable imantados mutuamente
como los amantes que se tocan y se acarician formando un cìrculo vicioso
como los miles de bailarines que se impulsan y giran y rotan en cìrculos concèntricos
como los millares de esqueletos que suelen habitar los cementerios
visitados por sus deudos y por los ladrones de tumbas que durante las noches
asedian el bronce y todo metal noble apreciado por su valor en el mercado de pulgas
como los metales y los vientos y las maderas que suenan al unìsono a la parrilla
por decirlo asì
por decirlo de alguna manera

silencio