Escudo el silencio

El silencio con su armadura de quijote
se impone a la sonoridad.
y como cómplice al no mediar
a la dignidad la mengua.

Frente a la sarta de patrañas
y para que la sandez no pese,
el hace uso de su sabiduría
sale honroso cuando enmudece.

Es pertinente, al sellar los labios
acalla a la ignominia.
frente a la injusticia ahoga
su grito más poderoso.

El humano en busca de la paz
se conecta con el silente
y cuando presta oído
percibe su fantasmal presencia.

Con el trato silencioso agrede
física y emocionalmente.
como marea arrastra
las vicisitudes sin ser perpetuo.

Al ser un sabio, el aconseja
aprende a no hablar más de la cuenta,
ábrele paso a la elocuencia.

 

Es una buena defensa.
Un saludo, Melementos.

 

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Un abrazo