Esmogo

Las chimeneas inflaban sus mandíbulas
y expiraban sus ocres bocanadas
haciendo pestañear hasta
las estrellas mas chiquitas.
Y cuando en el horizonte
comenzó a salir la legañosa luz
todos
se levantaron nuevamente enloquecidos
a remover sus exudaciones
a encender sus tusígenos escapes
y a llenarlo todo
de gases y polvos nauseabundos.

Los pájaros de hace cien veranos
quedaron esculpidos en hollín
estampados en lo alto
como adornando rascacielos y cornisas.
Hacía un siglo, o más
que el muchacho contemplaba desde allí
como los gases agujereaban el ozono
y se enturbiaban
las algas y las olas de los mares.
En el árbol las naranjas
tornaban a sentirse grises
y los peces morían en contorsión
como duras bananas de plata

Los últimos ciervos perseguidos
se esfuman
entre nieves y bosques de nostalgia.
Por el rio circulan los residuos,
manchas de aceite
plasticos inertes.
Hasta islas lejanas llega el humo
hongos venenosos y muy grandes
como un ombú, del porte de las nubes.

Cuando vió las hojas tumefactas,
los pétalos palidecentes de amarillo,
las vainas, retorcidas, arrugadas
y los retoños carcomidos por el óxido
pensó que debía de hacer algo....
Escupió en la fuente de la plaza
y encendió su enésimo cigarrillo.

 

Anita. es así, yo creo en lo que hago pero me banco los resultados. A lo mejor le falta claridad a lo que pretendo expresar, en fin pueden ser tantas las causas. Pero no pienso incurrir en la frase con el modismo ni vestir los poemas con un traje de luces. Bendigo que existe este lugar para exponerlos, porque nadie escribe para si mismo, y entonces los expongo, y quien se lo quiera perder allá el o allá ella. Muchas gracias por tu preocupación. Un beso y hasta siempre.
Avelino

 

Ves Brujo, Hada se quejaba porque estuvo unos cuantos días sin que nadie le diera bola. Pero parece que ya me lo van descubriendo. Tiempo al tiempo. Gracias por las estrellas. Las guardaré bien. Un abrazo.