Espectador.

¿ Por qué hacemos el ridículo ?
Si es tan fácil impresionar al mundo entero,
dando conciertos de piano, en toda Europa,
Asia, África y América Latina...


Será porque el tallo de la rosa, trae espinas.


O porque el base de los Utah Jazz, llamado John Stockton,
entraba en bandeja, hasta la cocina.
Quizá se deba todo esto, a que Michael Jordan ganara el concurso de mates,
varias veces consecutivas.


¡ Vivan los héroes del baloncesto ! ¡ Vivan !

 

Pues serás tú el que sabe tocar el piano, yo como mucho la pandereta.

 

Teura, me estás diciendo que no eres Dios...
¡ Qué decepción, mujer !
Pero al menos, lo reconoces, no como otros...
Y no me gusta señalar, ¿ Verdad, Ricardo ? ¿ Dónde se habrá metido ?

 

El "Vivan" en mi mente lo sentí como un grito a risas, lo podes ver? que lindo un beso

 

Gracias por comentar, Oriana.
Ser espectadores es semejante a ser humildes.
Porque el protagonismo es una gran cruz.
De modo que resulta fascinante, el personaje principal de una película de cine.
Pero en la vida real, no siempre causamos asombro.
Con lo cuál, podremos llevarnos más de una decepción.
Así, aceptar que casi siempre, vamos a ser...
Granos de arena...
Y no castillos de arena...
Pues nos servirá para fluir con mayor dignidad.
Porque de lo que se trata es de escuchar al otro. De prestarle abrigo. De curarle las heridas.
No es, la vida, acoso y derribo. O ¡ Escuchadme, que voy a dar un discurso !
No siempre es así. Llevar la voz cantante, o tener la sartén por el mango...
No suele pasar. No debemos acostumbrarnos a eso.
¿ Quién sabe dirigir una orquesta sinfónica ? ¿ Cuántos ensayos son necesarios para ejecutar bien, una pieza clásica ? ¿ Quién paga los costes del viaje, a otras ciudades de países vecinos ? ¿ Cómo hemos de vestirnos, para causar buena impresión ? ¿ Cuál es la dieta que debemos seguir, si no queremos enfermar ? ¿ Qué haremos con nuestros parientes y seres queridos, durante las giras de conciertos ?





Etc. No es tan fácil ser fascinantes.

 

Aquí estoy, mi fiel adepto.
Mi fiel discípulo.
El poema tiene su intríngulis, pero en cuanto a lo de hacer el ridículo...
¿Con respecto a qué?
Te vas a marear de tanto hablar de Dios y del Ego.
No pienses tanto en mí.
Somos como el sol y la luna.
Uno brilla y emite radiaciones, la otra controla las mareas.
Te quejarás de mí...

 

Ricardo, yo soy un simple aprendiz.
Mi Poesía es respetable, si ofrece alguna idea novedosa.
Hay poemas que no saben a nada.
Entonces, como dice D. J. Kun: Ponle un poco de sabor, aquí. Ponle un poco de sabor, allá. Quiero que te acerques más a mí. Ponte a disparar: Rampapampampam.

 

Ala ala, a disparar dices.
¿Qué más quieres que te diga?
En el fondo nos complementamos.
Podemos ser opuestos como César y Casio, o convergentes, como un conocimiento del que no se sabe nada, pero que nos afecta indistintamente.
En otras palabras, somos causa y efecto, pero sin ley.

 

lo veo como el yin y el yang.beso

 

Realmente, no constamos como personas humanas.
No ejercemos.
No somos.
Nadie es, en sentido riguroso.
Salvo Eón, que se manifestó en su Universo.