Espequito, espequito.

Justo encima del lavabo hace tiempo que había un hueco,
lo tapé con un espejo y se aparecen los Pecos.

Si yo sé que no están muertos y sin embargo los veo,
el moreno me sonrie y el rubio me llama feo.

Con el asco que les tengo, y en el baño, sin defensa,
ya podían manifestarse al fondo de la despensa.

Voy a quitar el espejo y me hago un corte profundo,
¿a ver si están ocultando que se han ido al otro mundo?.

Les he enseñado el martillo y han empezado a cantar,
se ha hecho añicos y una esquirla en mi ojo ha ido a saltar.

Vuelvo a casa desde urgencias, ahora parezco un pirata,
fue romperse el puto espejo y empezar mi mala pata.

Con el ojo medio fuera me olvidé cerrar la puerta,
que ilusión para los cacos haberla encontrado abierta.

No aparté las alcachofas y el fuego llegó al salón,
¿qué le habré hecho yo a los Pecos? ¡la madre que los parió!

Entro al baño y veo intacto el espejito de marras
y a los Pecos saludando y cantándome Guitarra.

Me he exiliado en Puerto Rico, o me iba o me hacían mártir
y ahora junto a la despensa se aparece Ricky Martin.

 

Me parece bien tu historia
y perdona que lo diga
pero puestos a elegir
que se aparezca Shakira!
Saludos.