Esperando a que llegue el amor.

Una mujer de cara bella, estatura alta, de cuerpo delgado, de piel blanca y de nombre Carlenis, estaba esperando en la parada del autobús, traía un vestido de color carmelita claro, con zapatos de tacones cortos, y en la mano derecha su cartera de cuero, donde ponía sus cosas del trabajo, su creyón de labios, y un libro de bolsillo.

Hasta que a los pocos minutos llega el autobús, y se monta después de la pequeña espera, sentándose en la parte de atrás, en un asiento que daba a la ventanilla, durante el viaje siente el aire despeinar su pelo negro suelto, mientras mira el paisaje, edificios, arboles, monumentos, estatuas, y un estadio deportivo, a la quinta parada se baja en un parque, donde debería encontrase con su novio, quien le dijo que la esperara en el banco de color verde, de la esquina, el que estaba debajo de una farola.

Al llegar nota que el parque esta casi vacio, solo hay algunos niños jugando, y uno montando bicicleta, asi que se sienta en su banco a esperar, son las cuatro y media de la tarde, y el sol le da en los pies llegando hasta sus tobillos, al cabo de los cinco minutos, ve que no llega Reinaldo, y se desespera, por lo que agarra un libro de novela romántica, al estilo de Corín Tellado, y se lo empieza a leer para calmarse un poco, empieza a leerse el segundo capitulo, y al terminar la pagina, se acuerda de su novio, y se pregunta por que no llega???, mira el reloj y ve que ya son las cinco de la tarde, por lo que enciende un cigarro, y se lo fuma rápidamente, después que lo apaga se siente mas calmada, y recuerda el ultimo encuentro que tuvo con su novio, en ese mismo lugar, donde este le dijo al despedirse con un beso, que la quería mucho, y que el amor que había entre ellos estaba metido dentro de su alma, como las raíces de los arboles en la tierra, algo que la dejo enamorada desde entonces, por lo que no vacilo en quedarse a esperar a su amado Reinaldo.

Ya a las cinco y media, Carlenis deja de leer el libro, y se dispone media decepcionada a irse para su casa, pues su novio, parece que se olvido de su cita de amor, por lo que ya estaba levantándose del banco cuando siente la voz de Reinaldo, que le avisa con ambas manos que ya llego, iba en una bicicleta, la cual deja a un lado, y va corriendo al encentro de su amada Carlenis, quien le reprocha por que se demoro tanto, la dejo como una hora esperando en aquel parque despoblado, donde solo se oian el sonido de los gorriones en los arboles, a lo que el joven le dice que el asunto es que el tenia pensado ir a verla en una moto, y solo encontró una bicicleta, por que la moto se le rompió.

Después de todo esto Carlenis le da un beso en la mejilla, y acepta sus disculpas, entonces el joven Reinaldo le dice que se monte en la parrilla de la bicicleta, que la va a llevar hasta su casa, la joven de 30 años, como andaba con un pantalón puesto accedió, sintió al verlo llegar como si volviera a sentir la felicidad en su cuerpo, por lo que se fueron juntos.

Durante el viaje, ambos siguieron hablando, Reinaldo le pregunto a Carlenis como le fue en su trabajo, que si estuvo mucho tiempo esperado en el parque, a lo que ella respondió que no mucho, que se entretuvo leyendo y que el tiempo se le fue volando, el amor que sentía por el joven, hizo que se olvidara de lo molesta que estuvo con el por dejarla esperando en aquel parque casi vacio, acompañada solo por los rayos del sol.

Reinaldo sintió que debía hacer algo, pues como que había dejado en el aire su cita de amor con la joven, así que durante el viaje, pararon en una cafetería y la invito a tomarse un refresco de limón gaseado, para decirle algo importante… a lo que ella acepto, y le dijo que esta bien, que mejor seria que fueran a la cafetería Las delicias, que brindaban un buen servicio.

A los 20 minutos llegaron a la cafetería, y pidieron dos refrescos de limon, y Reinaldo empezó a decirle a la joven sin ella preguntar, que el la quería, pero que en esos momentos no estaba seguro del amor que sentía por ella, y que lo mejor era que terminaran su relación de pareja, a lo que Carlenis respondió con su voz dulce, a pesar de la penosa situación en que se encontraba.

• Es decir que ya no me quieres Reinaldo?
  
  
• Bueno, si te quiero Carlenis, pero no como antes. le dijo el joven.
  
  
• Entonces lo mejor es que nos separemos, y acabemos esta relación, dijo Carlenis.
  
  
• Estoy de acuerdo, mejor es que no sigamos engañándonos uno al otro, por que estoy enamorado de otra mujer, dijo el joven.

Y así fue como termino el día de la joven Carlenis, separada de su novio, y a tres cuadras de su casa, a la cual llego de noche por que se quedo tomando unas cervezas con unas amistades en la cafetería, tratando de olvidar sus penas con el alcohol, y pensando que hacer para que el amor tocara nuevamente a sus puertas.

Después de dormir toda la noche, se despertó con el sonido del barrio y de la gente de la calle, y enseguida se acordó del dia anterior, en que había roto con su ex novio, por lo que se trazo un plan para olvidarlo y volver a enamorarse, decia que en el amor no todo estaba dicho, y quien sabe si un dia de verano conocía a otro hombre del cual se enamoraría, y la haría sentir lo que era el amor verdadero, por que las raíces del árbol del amor de Reinaldo, no crecieron mas, y terminaron en la superficie del camino.

Por lo que fue hasta un mueble de su cuarto, donde tenia sus libros con historias románticas, y su novelas de amor, y enseguida encontró un pequeño libro, donde leyó la sinopsis del mismo, trataba sobre una mujer que tuvo una desilusión amorosa, y después de esto decidió recorrer otros países, y conocer otras gentes, luego ella también decidió que lo mejor seria eso, conocer otros lugares, y otras gentes que le hagan olvidar un amor del pasado que se perdió entre las raíces de un árbol del parque.

Después de un mes de todo lo sucedido, Carlenis algo apesadumbrada, seguía acudiendo todas las mañanas a su trabajo, era profesora de español en una escuela, hasta que un día por la tarde le dice la directora de su centro de trabajo, que si quería ir a otro país, a dar clases de español, en lo cual la joven vio la oportunidad que estaba esperando, la de conocer otros lares, otras gentes, y quien sabe si un hombre que le hiciera conocer el amor nuevamente, con sus montañas de ilusiones y pasiones, asi que en una semana, preparo todo, la maleta para el viaje y sus papeles para dar clases; estaba ansiosa y a la vez entusiasmada con todo esto, después del viaje de casi dos horas en el avión, al aterrizar sintió la humedad del nuevo lugar donde había llegado y que caía la tarde, eran tantas las ganas de cumplir su sueño de amor, que ni la distancia la perturbo, asi que con el espíritu de siempre se fue junto a sus compañeros de viaje, sintiendo que todo le iría bien.

Al rato un profesor que iba con ellos, le pregunto que como se llamaba, ella le dijo que Carlenis, y el le dijo que se nombraba Armando, a los diez minutos de estar hablando con el muchacho, ella pensó que no se equivoco en irse de viaje, y por ultimo, después de verle sus ojos carmelitas y su mirada profunda, pensó, no será que hoy también conoceré el amor a primera vista.

Pero no era para tanto, pensó Carlenis, así que ella y armando que era profesor de español también, quedaron en que ambos seguirían hablando, después de llegar al pueblo donde deberían trabajar, y dar clases a los pobladores, fue aquí que conoció lo que es la lejanía, como se sufre y se extraña al estar lejos de sus familiares y sus seres queridos, por lo que su espíritu aventurero empezó a decrecer al verse viviendo en otro país lejos de su casa de toda la vida, cuando debería sucederle todo lo contrario, pues estaba en el lugar donde siempre soñó viviría nuevas aventuras, y cumpliría sus sueños de ser feliz nuevamente.

Solo a los 15 días después de tomar un antihistamínico, su espíritu volvió a levantarse, y sintió que debía aprovechar su oportunidad de conocer otros estilos de vida, otra cultura, y pensó que todavía era joven y tenia fuerzas para salir adelante, para lo cual contaba con el apoyo de sus compañeros de trabajo, que eran profesores igual que ella y los pobladores del lugar, que no estaba en la ciudad como ella pensó al principio, sino en un pueblo del interior, donde también existía desarrollo urbano, aunque estaba rodeado por la naturaleza, por monte, arboles y hierbas, pero con el paso del tiempo la joven Carlenis se fue acostumbrando a vivir en su nueva casa, y a trabajar en la nueva escuela, donde se sentía útil en lo que hacia, pues además de dar clases de español, les hablaba a sus alumnos de literatura, de geografía, y de cosas de la vida diaria, como quien descubrió el polo sur, que era un eclipse, y de que estaba compuesto el universo donde todos vivían, en la vía láctea, siempre les decía que de planetas de diferentes tamaños, los cuales se encontraban dando vuelta alrededor del sol, y quien fue quien descubrió que era la fuerza de gravedad.

Y entonces paso el tiempo, y paso el rugir del viento por entre las ramas de los arboles, pasaron días de lluvia en el pueblo, días de calor, días de fiesta, días de trabajo, días de conmemoraciones, días de lectura, actos, en los cuales estuvo Carlenis, quien conoció el amor nuevamente al enamorarse de Armando, y al año llego el día de volver a su país natal, por lo que lo preparo todo, su nueva maleta que era mas abultada , pero también sentía que su corazón lo tenia mas grande, cuando por fin llego a su casa donde vivió toda su juventud, y se reunió con sus familiares nuevamente, sintió, que después de un año de estancia en ese otro país, no solo se enamoro nuevamente como ella deseaba, sino que gano en espiritualidad, que veía la vida de otra forma, sentía que volvía a vivir y que valió la pena haberse enrolado en aquella aventura que la hizo mejor persona, como si hubiera crecido espiritualmente, como crecen las palmas a la orilla de los ríos