Espero

En ese bar llamado olvido, me senté con la memoria,
fue donde con un trago llegó mi amigo tiempo y me tiró una soga
con mis manos rotas me aferré a su consejo, con mis ojos llenos empape mi rostro,
- No la extrañes ya es tuya sin tiempo, ya es tuya sin bar
Es tuya sin trago , ya no la tienes que olvidar.
Fue así como entonces dentro de mi alma ya no había quejas,
creció la soledad y pudo más que los lamentos,
me vi con tinta roja el corazón que alguna vez conoció lindos momentos.
La mirada del adiós no la encontré en sus ojos,
quizás porque nunca se despidió del todo
quizás porque se esconde por un instante de algún modo.
Sublime eternidad regalada en sombras y tras ellas su rostro bello.
Majestuoso silencio que no lograste contener el cariño que sentí por ella ,
Para tenerla más tiempo , para llenarme de su cuerpo.
Volví al bar del cual no me fui,
torcí la vista y me di cuenta que callada y tranquila siempre estuvo ahí.