1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Espinas sin rosas

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por Fuoco, 1 de Noviembre de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 534

  1. Fuoco

    Fuoco Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    11 de Enero de 2012
    Mensajes:
    5
    Me gusta recibidos:
    0
    El amor tiene mil cosas,
    pero esconde las dañinas,
    pues no hay rosas sin espinas,
    pero sí espinas sin rosas.
    Lo dulce se vuelve ruin,
    las luces negra tristeza,
    el fin sin piedad empieza,
    y he aquí el principio del fin.
    Fue un veintisiete de abril,
    aquella noche tan triste
    cuando sin más decidiste
    apagar nuestro candil
    Recuerdo cómo llovía
    y también cómo llorabas
    diciéndome que me amabas
    y yo encima te creía.
    Te sería divertido
    probar conmigo tus fuerzas
    y todavía te esfuerzas
    en decir que me has querido.
    ¿A quién quieres engañar?
    ¿De qué quieres convencerme?
    ¿No te bastó con vencerme
    que te tienes que ensañar?
    Me prestaste un corazón
    que era otro sin maquillaje.
    Te serví de aprendizaje
    y me diste una lección.
    Fui ciego para mirarte
    y loco para quererte,
    si gané algo al perderte
    perdí más al encontrarte.
    Lamento profundamente
    el haberte conocido
    y después de lo vivido
    es terrible que lo lamente,
    pero realmente lo siento,
    sólo me queda el dolor,
    las mentiras, el rencor
    y todo el remordimiento.
    Ése ha sido tu legado,
    es lo que has dejado en mí,
    no quise acabar así,
    pero así es como he acabado,
    pues mi urgencia es tu pretérito
    y yo un mimo que te aplaude
    reconociendo tu fraude
    sin quitarte ningún mérito.
    Mi crepúsculo es tu luz,
    tu calma mi tempestad,
    me hace arder esa frialdad
    y tu cara es ya mi cruz,
    Devuélveme mi sonrisa,
    sé que tú te la llevaste,
    si buscabas su desgaste
    fuiste realmente precisa.
    Me diste tu indiferencia
    cuando mis naves quemé,
    ojalá el tiempo te dé
    sólo un poco de consciencia
    para sentir mi sentir
    y veas lo que esto duele,
    mas dudo que te desvele
    provocarme este sufrir.
    Qué suerte no sentir nada,
    tener donde el alma un hueco,
    el corazón más que seco
    y la memoria borrada.
    Ahora lamento mucho
    no haberme dado una pausa
    y haber gastado en tu causa
    hasta mi último cartucho.
    No creo que lo merecieras,
    pero fui muy inocente
    al creer erróneamente
    que eras otra de la que eras.
    Ya es tarde para este ahora,
    mi corazón dice basta
    y su dolor lo subasta
    a la mejor impostora,
    y esa no eres tú, ya no,
    y aunque una vez te creí
    he perdido mi fe en ti,
    hoy recupero mi yo.
    El amor tiene mil cosas,
    pero esconde las dañinas,
    te devuelvo las espinas,
    se marchitan ya las rosas.
     
    #1

Comparte esta página