Espíritu de guerrero

Mi sendero está empinado.
Valle rocoso de mi pensamiento,
Regresa por lo que ha pasado
Si mi alma te enmiendo.

No digo que mis ojos, tus puertas sean.
Me ahogan las mentiras y el frío,
Desenvainando mi hierro para que tu me veas,
Mis lágrimas tirando al río...

Muriendo cada noche por la hipocresía,
No puedo mostrar mis alas
Porque ya no quieres ver mi fantasía.

La agonía y el ego me duelen
Mas no pienso rendirme,
Aunque poco a poco, me asesinen
Yo sabré defenderme.

Nadie dijo en vano que me lamento,
Si lo hago es por mi ira, mi infierno;
Y lloro, lloro de sentimiento
Por que no me escuchen mi sufrimiento.

Larga la vida al valiente,
Que se enfrenta al enorme miedo
Y tal vez acabe mi tristeza, si he de ya no verte.

Guerreros somos y peleamos,
Ante la desdicha y la descepción.
Andando el sendero desconfiados
A que un día se aparesca la opresión.

Tirano destino irrebersible sin compasión
Deja mi alma en libertad de la amargura,
Amargura que causa muerte y desesperación.
Y mi espíritu en libre camino, donde lo mundano augura...​

 

Tiene tu poesía cierto aire etéreo que la hace agradable como sentir la brisa marina en la cara. También tiene dolor, lo que le da fuerza. La primera estrofa te quedó bien, pues tiene una buena cadencia. El siguiente verso: "No digo que mis ojos, tus puertas sean", me parece el más logrado.

Ahora bien, te aconsejaría mejorar la puntuación, pues te faltan algunas tildes, y corregir la falta ortográfica en "irreversible", en la última estrofa. Espero que no te molesten estas observaciones.

Saludos, Erzebeth (imagino que tu nick viene de Erzsébet Báthory).

 

¡Hola!
Gracias por la observación,
espero mejorar en mi siguiente poema.
Me llamé Erzebeth, porque era una
amante de Vlad Dracul, en base de ella y de Vlad crearon lo que hoy se conoce como Drácula.