Esplendor ideal.

Más noble que las rocas
es el ídolo de mi mente.
Con piel de cera y ojos
amarillos como la muerte.

Estoy lejos del ideal;
he sido tan inmoral como
un huracán. En mis orejas de oro
cuelgan almas en forma de zarcillos.

Estuve soñando borracho,
acostado en una playa de
arenas rojas, donde el cielo
aun mantenía su pureza.

En ese infierno de fantasmagorías
que duerme en mi mente, mi madre
aúlla; “el mundo te trago como un
santo y te escupió como un hereje”.

No digas algo tan brutal, mi
amada desconocida, creo
que aun hay lugar en la tierra
para todas mis locuras.

Seré noble como el ídolo
de mi mente; fabricare
la cura para la muerte.
Seré digno del esplendor ideal.

No tocaré de nuevo a mis
hermanas las ninfas.
Prometo una pureza aparente
como la de la mujer adolescente.

Pero la nobleza que busco
solo se consigue con dolor;
abrazando las fiebres
como si fueran dones.

¡Oh, las hermosas fiebres!
Que lejos me han llevado.
He estado en ambos lados del lago.
Fui tan negro como la enfermedad.

Seguiré en busca del ideal,
creare nuevas creencias.
Seré un buen hombre
para todas las mujeres.

 

Me cautivo tu primera estrofa, realmente exquisita.

Mis respetos en un beso con Sol,

 

Se debe encontrar
una forma de brillar
alterna.. la suya está
bañada en mate oscuro y eso
es siempre agradable...
Un gusto leerlo, como siempre
Caballero de lindo nombre.
Saludos​

 

ver la foto de su display y leer su poema me hizo regresar por completo a la naranja mecánica y su lujuria con leche adulterada
ius