Esquiva

Una tecla inicia su labor, como en toda persecución el prisionero es quien las presiona. La humanidad como tal se ve encadenada y reprimida en una caja construida por ella misma, maltratando el presente y rasgando el empaque (la vida). Si el errar humano es aceptado como normal entonces, ¿Por qué no permitimos que sigan vaciando nuestro techo y tejiendo con hilos deshechos nuestra perdición y concluir aquello que nosotros provocamos? ¿Por qué solo existe la reacción y no la acción? ¿Por qué no dejamos que sigan pisando el brote recién germinado y enraizando al fuego lo poco que queda? ¿Por qué levantamos nuestra voz y nos indignamos cada vez que vemos a una rata ni siquiera de laboratorio (ellas sabrían hacerlo mejor) a golpe pálido extirparnos los pelos hasta quedar vacíos no solo de mente sino de “con”-“ciencia”? Os contaré la respuesta, sucede que como especie desde “el primer dinosaurio en incubadora” adquirimos una enfermedad cuya cura no ha sido hallada y para la cual no existe vacuna y tampoco antídoto, es muy poco conocida aunque por su nombre científico es más popular: “Estupiditis encéfalo-pática hipóxica isquémica retardada”. Médicos de todas las especialidades se han unido generando un convenio enigma denominado: “La organización galáctica de la lucha contra la estupidez”, (OGLCE) -es la madre de todo aquello que corroe el corazón humano incluso el cáncer, no es aquella que lo causa sino como se afronta el desarrollo del mismo, es decir, si ella está presente jamás se podrá hallar la tan añorada esperanza- pero hasta el día de hoy no muestra resultados contundentes y determinantes que indiquen cual es el núcleo de dicha infección a pesar del esfuerzo de sus miembros, no obstante, si se pudieron detectar los síntomas después de un arduo trabajo colectivo:

1. Predisposición estomacal a arrojar incontables cantidades de vómito (incoherencias) en respuesta a la incomodad causada por un bicho catalogado como “oxiuro” en el contagiado.
2. Dolor prodigioso de cabeza donde probablemente se hallen los intestinos y no el cerebro, modificando la capacidad mental para discernir entre la basura y la comida.
3. Tos seca y con flema que ya indica un nivel más avanzado de su progreso que sino ha de tratarse en un nosocomio certificado, el involucrado podría quedar con secuelas post-operación lingual que incluyen por ejemplo: una fluidez más prominente en lo que respecta a la alineación y profusa cantidad de ideas sin sentido con mayor corrosión y exterminio en quien las escucha.

SOS: Si se llegase a adquirir la capacidad mencionada, de preferencia se requiere una intervención quirúrgica en todo el cuerpo engrapando sobre todo la boca con un aparato que solo se halla en Júpiter cuyo nombre comercial es: “Frenillo electrónico modulado” que solo evita la aparición reiterada de los síntomas predichos, pero no lo hace por mucho tiempo ya que si el paciente sigue sin entender la gravedad de su malestar no habrá nada más que hacer.

De ese modo alcanzará el nivel máximo que por cuestiones de “elegancia” no puedo mencionar, solo diré que inicia con “I”, de esa categoría hablan variados escritores y pensadores como por ejemplo: David Bernardo López Lluch, el propio Einstein, Bertrand Russell, Bukowski, entre muchos otros. Siendo este núcleo uno de los más cotizados por así decirlo, ya que el escudriño social por intentar entender lo que sigue y lo que aprecia la minoría es una invención compleja y sumamente paradójica.

Para concluir mi intención no fue la de ofender al personal médico, tampoco a las personas que cometen errores tan arraigados que en teoría abusan de la “opción a errar”, porque también no como humano sino como civil cometo abundantes errores morales y éticos en variadas ocasiones, aunque hay quienes intentan salir del subsuelo y también quienes ni dan cuenta que sumergidos están en el pozo del desaire, ello se representa en el arte principalmente, existen artistas talentosos expandidos por todo el mundo, que no son valorados como deberían porque el corrompido fluido de la edad-social solo escucha a quienes contraen esa poco ubérrima “habilidad”, es decir a aquellos que lo único que dan es basura. Este fue probablemente un intento fallido por intentar lograr el cambio a través del sentido del humor prometiendo seguir intentando, cansado estará mi cuerpo, pero mi alma sigue admirando a personas que se hallan en inexorable proporción en el portal, en la dimensión “correcta”, admiro su compromiso y fortaleza para con la poesía y la vida. Somos pocos pero somos.

Marcelo Aurelio.

 

La vida cotidiana nos golpea en ocasiones con una dosis de realidad que nos parece incongruente. A día de hoy, cómo es posible que, con toda la información de que disponemos, la gente siga con esos comportamientos erráticos, estúpidos, propios de una masa aborregada y no de una raza de seres pensantes...
Pero es la realidad de un mundo que renuncia al esfuerzo y a la excelencia.
Su relato viene a poner el dedo en la llaga. Ojalá algún día dispongamos del poder de convencimiento para aplicar a las personas remedio (confianza, honestidad, esfuerzo, cultura y educación)
Un cordial saludo

 

Muchas gracias, tiene toda la razón, solo el capullo esgrimirá si el arte no se extingue y la poesía conserva su color natural.