Esta Carta

Este envío no tiene la intención de obstruir tu felicidad
Ni de inquietar tu tranquilidad
No deseo nublar tu cielo claro y sereno
Mucho menos perturbar al huésped que alojas en tu seno

Simplemente es mi forma de expresar
Lo que ahora me es imposible ya callar
Mi corazón se ha fatigado,
Mi alma ya me ha abandonado
Para partir a tu encuentro

Otra persona ocupa el lugar que yo deseaba,
La idea a la que me aferraba…
Ya no es más que una quimera
En este mundo en el que vivo,
Ya no es posible el estar contigo

Sin embargo, quizá no te has enterado
Pero gracias a la fantasía
Suelo pasar las tardes en tu compañía
Es tan fácil, tan natural,
Crear ese mundo legendario, ese mundo ideal

A decir verdad, En algunos momentos
Se está dispuesto a creer
Con tal de no caer en el abismo
Que esta vida no es un espejismo,
Ni un engaño, sino algo real, autentico, palpable.

Sin embargo, a pesar de la realidad estar distante
Hay momentos de tristeza fulminante
En eso momentos he pensado
Que el tener una verdadera vida ya ha acabado
Pues pensaba haber perdido la cordura, el sentido.

Y me daba por maldecir a mi persona,
Ya que tras mis noches de utopía…
Comenzaba a tener momento de terrible agonía
Y comparando la vida real con la fantasía
La segunda queda en último lugar

Pues es espantadiza, triste y fastidiosa
Hasta llegar a ser vulgar
Esclava de la sombra y de la idea

Y cómo conformarme con que me ames en mi sueño
Cómo aferrarme a ello cuando sé que tu corazón ya tiene dueño
Por ello mismo una pregunta me enviste
¿Y para qué sirve la fantasía cuando uno está triste?


Acaba uno por cansarse y siente que esa inagotable fantasía
Se agota con el esfuerzo constante por reavivarla día a día
Porque al fin y al cabo uno reflexiona
Y esa ilusión se desmorona, se destruye

Al no quererme en el mundo real como yo quisiera
El último recurso es inventar una nueva vida
Y al no haber otra vida,
La única salida es hacerla con esos pedazos
Mientras tanto, mi alma pide y quiere otra cosa

Que lo soñado se vuelva realidad
O simplemente…
Que no prometa lo que no se ha de cumplir
Pero no puedo hacerlo, no puedo desistir
Pues renunciar a esos sueños sería dejar de vivir.

En vano escarbo entre mis viejos anhelos
Como si fuesen cenizas
En las cuales busco una chispa
Para calentar con un nuevo fuego
mi enfriado corazón.

Rebeca Mejía Yépez​

 

carta poètica prima!!!