Estabas pero no deberías estar

Caminaba tocando el suelo
con el brillante lustrado de sus zapatos
lo hacía con tanta elegancia
que eran silenciosos sus pasos

Podría simular y creerme ciego
pero entre la oscuridad de mi ceguera
de frente brillan sus negros cabellos
podría ser la humedad que opacaba
sus siempre utilizadas gafas
o sus ganas de dejar atrás
antiguas entrañas

Recuerdo aquel pasadizo laberinto
con una copa de vino tinto
escuchaba el piano de un inspirado concertista
apareció la corriente de tu presencia
abría la puerta de un difícil simular tu ausencia
y verte allí

Las notas y los acordes pasaron
el vino entre botella y copa
se dejaron
y así los ojos no miren de frente
que necia que han concebido la mente

Ya todo ha acabado las sillas sobre las mesas dejaron
aún así seguía ahí sentado
hasta las lágrimas se querían ir
una desicion de cobardes
un silencio de valientes
y una media vuelta acordada
seguramente algo que la historia
alguna vez quizo ver.

 

Interesante versar, grata lectura. Saludos.

 

Gracias por pasar por mis letras

 

un recuerdo que simpre perdura de ese amor....
saludos y un deleite leer tu poema!!

 

gracias por pasar por mis letras poeta