Estaciones de la vida

Detenièndome a pensar sobre ciertas cosas que para mi parecen análogas, y viviendo cada año las estaciones en la naturaleza, me parece que se pueden correlacionar a ciertos momentos de nuestro diario vivir.
Al ver en invierno como los árboles parecen desnudos y frágiles, pero que en su interior existe aún vida, me da un motivo de esperanza,muchos te pueden abandonar en los momentos difíciles, hacerte sentir que no tienes valor, más si miras a tu interior podrás ver que aún estás vivo y de pie. Eso te debe motivar a seguir luchando.
En primavera cuando la primera luz cálida del sol se hace sentir y los árboles que antes estaban secos en apariencia, comienzan a germinar sus primeros brotes. En ese momento me doy cuenta que esperar siempre premia, que la esperanza no se pierde y que nuestro ser está comenzando a volver a vivir,atrás dejamos lo que nos hirió y le sonreímos a la vida. Que nosotros somos el árbol que renace y sigue en pie.
En el verano los árboles están llenos de hojas y las aves buscan en ellos refugio, se siente el calor del sol. Son de buen aspecto y muchos de ellos comienzan a dar frutos. Son esos momentos que no debemos descuidar de donde vinimos, que en esa abundancia será lo que atraerá a otros a seguirte, sólo debes saber elegir. La vida nos enseña que todo pasa y que nada es para siempre. Por eso debemos ayudar a quien nos necesita. Recuerda que siempre estarás en pie.
En el otoño vemos como soplan de nuevo vientos fríos y las hojas de los árboles comienzan poco a poco a cambiar color y a caer hasta dejar desnudo al árbol. Nos recuerda que existen momentos en que nos sentimos que lo estamos perdiendo todo, una desesperanza total y nos entristecemos por lo que hemos perdido. Más porque preocuparnos por lo material si Dios en su infinita bondad nos provee del necesario. Este mundo no es eterno, seguiremos en pie ante cualquier circustancia, eso nos hará fuertes.
Y sigue el ciclo en nuestras vidas que nos hará trascender en personas mejores.