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Estas lecturas no son para cualquiera.

Tema en 'Leyendo en voz alta, solo prosas' comenzado por AUGUSTO SILVA ACEVEDO, 29 de Enero de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 750

  1. AUGUSTO SILVA ACEVEDO

    AUGUSTO SILVA ACEVEDO Poeta veterano en MP

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    Hombre
    ESTAS LECTURAS NO SON PARA CUALQUIERA...
    MUCHAS VECES pregunto a NADIE; ¿qué LIBROS habrán leído hombres como LAO TSE, CONFUCIO, SÓCRATES, ARISTÓTELES Y OTROS DE ESOS TIEMPOS, 700 AÑOS O MÁS ANTES DE CRISTO? Se habrán preguntado, ¿qué habrá leído HOMERO, cuando no existía ese sistema para leer con los dedos? ¡MECACHIS! a ese man seguro le contaban historias y el adaptaba las propias. Por lo menos PLATÓN escuchó tanto a SÓCRATES, y escribió vivencia, circunstancias de esos tiempos y algo nos dejó de esas leyendas.
    VENDIENDO MEDICINAS,
    recuerdo que una vez un Doctor, Farmacólogo (no diré el nombre para no herir susceptibilidades) me dio trabajo para vender las medicinas que Él producía; un elixir contra la diarrea, un buen producto. Yo era corredor de bicicletas y el Doctor me dijo que me daba trabajo sí yo era estudiante. Taciturno, un día me dijo "Sabe Augusto a mi no me gusta intimar con la gente, prefiero ser discreto..." Solo escuche sus explicaciones, para indicar a los médicos y farmacéuticos que comercializaban medicinas, cómo curaban las medicinas de mi patrón. Cómo decía arriba, a veces lo esperaba media mañana, para darme indicaciones, pegado a un escritorio. Me aburría; una mañana, había un libro en el escritorio.
    Lo había leído como a los diez años, pero empecé a leerlo de nuevo; era la ILIADA DE HOMERO; tenía la virtud de leer rápido y de memorizar los textos; no olvido ese pasaje dónde muere PATRÓCLO; a manos del "matador de hombres" HÉCTOR; insitado por APOLO, quien tenía órdenes de ZEUS, para terminar la vida del novel guerrero, entrenado pro su maestro AQUILES. "atroclo, ante la pasividad de su general en jefe, solicitó su permiso para incorporarse a la lucha utilizando las armas y la armadura de Aquiles; quien se lo concedió, recomendándole que no se arriesgara demasiado. Pero Patroclo, enardecido por el fragor de la contienda, dio muerte a varios troyanos, entre ellos a Sarpedón. Aquello desagradó a Zeus que empezó a planear su muerte y alentó que Héctor y los suyos le acosaran sin descanso.
    "Apolo, siguiendo órdenes de Zeus, rescató el cuerpo de Sarpedón para que los "hermanos gemelos, Muerte y Sueño", lo transportaran a Licia y pudiera ser enterrado con todos los honores. Después se encarnó en Asio, tío de Héctor, y se dirigió a él con estas palabras: "...guía los corceles de duros cascos hacia Patroclo y trata de matarle, Apolo te dará apoyo".
    Cuando Patroclo vio que el carro de Héctor se acercaba velozmente, lanzó una piedra que acertó en plena frente del auriga de Héctor, haciendo que sus ojos saltaran de las órbitas, cayendo en el polvo.
    El auriga cayó del asiento a tierra. Héctor descendió del carro y se enfrentó a Patroclo... "Se enfrentaron como dos leones hambrientos que en el monte pelean furiosos por el cadáver de una cierva..., pues así tiraban el uno y el otro del cuerpo exánime del auriga"..
    Ayudado por los aqueos, Patroclo se hizo, al fin, con el auriga muerto y siguió atacando a los teucros que defendían a Héctor. Pero había llegado su hora. Apolo, en la confusión del combate, le golpeó por la espalda y le quitó el refulgente yelmo de Aquiles, que rodó sobre el polvoriento suelo por primera vez desde que fuera forjado.
    Patroclo sintió que le abandonaban las fuerzas, cuando, de pronto, sintióse alcanzado por la pica de Euforbo. Héctor, al verle herido, fue a su encuentro y "le envasó la lanza por la parte inferior del vientre". Las últimas palabras de Patroclo fueron para Héctor, al que predijo una pronta muerte.
    En ese momento el "matador de hombres creyó que había matado a Aquiles...
    Pero lo que quería narrar es que La esposa de mi patrón, Llegó a decirme, que: "le Doctor se demorará un poco más, dijo que no se aburra, que lo espere..." En eso advirtió que yo estaba leyendo y me dijo: "¿De quién es ese libro? le dije: "no se señora, esetaba en este escritorio..." La mujer me arrebató el libro, y dijo "tengo una semana de buscarlo, estas no son lecturas para cualquiera..."
    Cuando vi que respiró, le pregunté: "señora me disculpa..." Dijo: "¿QUÉ? "¿Usted sabe qué es un AURIGA??? lLa señora con mal semblante me dijo: "Cómo quiere que sepa eso, ní sé de qué me esta hablando y todavía escondiéndome el libro..." Y se marchó hacia la obscuridad. jajajaja.
    Bueno después continuaré con las preguntas, que hago a NADIE, qué habrán leído esos eruditos de otros tiempos...
    augus
     
    #1
    Última modificación: 29 de Enero de 2017

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