Eva

Entre fugaz tiempo te meces Eva,
escrito está en mi alma vuestro gesto,
entre corifeos de hadas no resto,
tu sonrisa y jalde llama longeva.

Entre pertinaz lluvia lloras tierra,
las nubes de tu luna sibilante,
si tú me miras, se apaga la sierra,
se apaga el aquilón, voz diletante.

¡Eva mírame dulce evanescencia!
Eres rubor de fiera costa azul,
y el anciano ocaso en clarividencia.

Si tú me miras se incendian los cielos,
y el suave terral del tierno Tamul,
eres pues Eva el Edén sin los celos.

ROGERVAN RUBATTINO ©

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Es curiosa la interpretación que hace usted de las reacciones de la gente ante un estímulo (poema) Maramin. El mundo está lleno de cosas hermosas y complicadas que las personas todas pasamos por alto, aunque no necesariamente debemos atribuir esa indiferencia a la complejidad inherente a ellas.

El músico clásico y cultivado es capaz de aproximar con gozo el arreglo de una pieza técnicamente compleja porque posee el conocimiento y el entendimiento de interpretar esa belleza, así mismo pasa con la poesía y con todas las artes.

"Pero como dije antes, no sólo el entendimiento le puede a usted aproximar a la belleza, usted puede aproximarse a ella sin saber de nada, teniendo siempre su mente abierta a la emoción. Si usted sin embargo, condiciona la emoción al entendimiento y su sentimiento a lo inteligible es usted un ser limitado por la razón y por ende es esclavo de ella."

Lo que le trato de transmitir se encuentra majestuosamente recogido en las siguientes referencias:

Mateo 7:6
Proverbios 9:8
Proverbios 23:9
Proverbios 26:4

Hago la aclaración que no tengo filiación religiosa y que hago uso de estas citas con un afán meramente ilustrativo.


De igual forma agradezco sus deferencias Maramin y Luzyabsenta.