Evocación - estancia spenceriana

Evocación



Es en este lugar de mis reposos,
este poyo recóndito entre flores
que desprenden aromas olorosos
entre trinos de pájaros cantores,
do el murmullo del agua son rumores
que me susurran desde la distancia
los ecos de mi inicio en los amores.
Ese aroma de flores, su fragancia,
me lleva hasta los años lejanos de mi infancia.


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Estancia spenceriana : estrofa de nueve versos , 8 endecasílabos y uno alejandrino rimando de la siguiente manera :
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11A, 11B, 11A, 11B,11B, 11C,11B, 11C,14C​

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Encantada de leer tu bello poema.Te felicito.
Escribes muy lindo. Saludos y Bendiciones.
Te dejo Reputacionl.

 

Estimado Maese Jmacgar:

Muy lograda, por cierto, esta estrofa que le debemos al poeta Edmund Spenser
y que José María Blanco-White trasladó al español.
Estoy seguro que el "Príncipe de los Poetas" aplaudiría esta entrega tuya.
Felicitaciones, y de mi parte el cordialísimo saludo de siempre.

 

Es una bonita estructura y unos versos muy bien elaborados, coherentes y de bella natura mezclada con el amor de la infancia; con una melodía serena y gustosa de leer.

Un placer haber pasado y saludarle.

 

El encantado por ver que sigues mis poemas soy yo, Lourdes; te lo agradezco mucho, amiga.

un abrazo.

 

Gracias por tu visita y comentario, Maese Plumilla; creo que ese Edmund Spencer, gran poeta contemporáneo de Shakespeare, por cierto, es el mismo que popularizó el soneto blanco o sin rima.

Un abrazo.

 

El placer es mío, amigo. Me alegra mucho que haya sido de tu gusto este poema.

Un abrazo.

 

Gracias de veras, Marcos; justamente eso quise transmitir al lector. El sentido del olfato es sin duda el más evocador de todos los que tenemos.

Un abrazo

 

una hermosura de poema.

 

No conocía esta estructura en la clásica, amigo.
En verdad no conozco mucho de la materia, no salgo de los sonetos y las décimas, y te agradezco porque la presentes, así siempre se aprende.
Te quedó genial el poema.
Felicito tu dedicación a los versos.
Un abrazo grande, gran poeta.

 

Es muy cierto lo que dices, Antonio. De pequeño pasaba los veranos en la casa de unos tíos en el campo, una casa antigua, muy cuidada, con una pequeña granja de animales, un pozo de agua y un poyo alargado adosado a la pared más umbría de la casa, donde el sol daba menos; tenía delante unos macetones con claveles y creo recordar que manzanilla, hierbabuena y otras olorosas flores. Recuerdo mis juegos en aquel espacio con imborrable afecto.

Gracias por tu amable comentario, amigo.


Un abrazo.

 

La concisión y generosidad de tu calificativo me han dejado muy grato sabor, amigo.

Gracias de veras.

Un cordial saludo.