Excedencias de poder

Excedencias de poder


La familia nunca supo
de ése mal que padecía,
ni tampoco se preocupó del aumento;
ni tuvo la suficiente precaución,
de asimilar la situación
y tapar bien el ungüento.

Así creció y creció,
y así dijeron del culto:
“Así se haga mayor,
veremos la culpa del bulto”

Lo vio con un plátano en la mano
y se enamoró de un ser tan mono,
que dijo ser el dios fulano,
que cuando grita levanta el ánimo
y canta al ajo picando el tono.

Pasó el tiempo primero,
luego llegó algún segundo,
diciendo yo aquí no me quedo
que el dedo me aprieta el tumulto;
y si he de ser sincero,
prefiero apretón del insulto
al mal hacer lisonjero,
que tiene el don del esculpo
halagos que son traicioneros.

Mesopotamia, Mesopotamia,
valle fértil de poder,
Mesopotamia de los dioses,
Babilonias de papel.

Cuando Sumer llegó a tu gracia,
el acadio supo ver
que la era teocracia
en el Ur llegó a nacer.

Los caldeos misteriosos
usurparon lo de aquel
Gilgamesh héroe honroso
y en su Sargón pusieron fe.

Yo el rey, yo el socio,
yo el imperial boyer,
yo el único sacerdocio;
yo el ave gran taller
de los vuelos y los ocios…
Excedencias de poder
crean monstruos golosos.

Los enterraron con sus amos,
¿y creías que fueron los egipcios?
Fueron aquellos los primeros
que creyeron que en el cielo,
honrarían el estatus por el celo
con que esclavos se tenían
como burros prisioneros.

Así fue la vida en esos tiempos
en que la mano humana
era el bien más apreciado.
Ahora hay quien en democracia
en otros tiempos se ha extraviado,
y engorda tal su idiosincrasia,
que creer deber ser del obrero
el cinturón bien apretado,
alimentar la buena zafia,
para engañar con burocracia
lo que es justo y verdadero.

Gilgamesh, Gilgamesh,
podrías quedarte quieto de una vez.
Fracasaste… ¿No lo ves?

Miraste al plátano primero,
y aunque no fue tu intención,
despreciaste el fundamento
que llevaba el portador.

 

Muy buen escrito... Oscuras imagenes metaforicamente reales... Un gusto pasar

 

Muchas gracias por tu comentario, Hate. Las imágenes son historia... Un abrazo

 

La historia a veces parece el presente.

 

Qué poco hemos cambiado... En realidad nada, y nos quieren engañar; ¡ojo!, y nos engañan.

 

Siento como si acabara de recibir una clase de historia, bastante ilustrativa por cierto.
Me encantaron las rimas y la reflexión final.
Creo que es mi favorito de la noche.
Un gusto pasar.
Saludos.​

 

Muchas por el comentario, Princesa, un abrazo.