Existir en la presencia

Miró una fotografía, decidió escribir su autobiografía, pero antes de comenzar a redactarse, todo ese cartón dorado se volvió a un profundo negro, ¡tan recto y macizo, como el oro!, terminó siendo solo un vacío.

Se dio cuenta de que todos sus recuerdos estaban compactamente amoldados a la forma del olvido. Los encontraba contraídos, escondiéndose de él mismo.

Quién era sino el, quien había sido el creador de la voluntad que llevaba a esos recuerdos, que ahora yacían ingenuamente ahí, desdichados, a encontrarse en el olvido de su sentido e importancia. ¿Era el amor quién le devolvería a esos hermosos (pero a la vez escondidos de la hermosura) recuerdos?, No!, se respondió a si mismo, sabía que el amor se encontraba luego de alcanzar eso que anhelaba. Sabía que debería tomar el camino del amor para llegar a ellos, pero ¿no se siente uno un egoísta al caminar por los senderos del amor pisando con marcas de su antinomia, y único mal al que el amor es vulnerable, el olvido?, pudo comprender como al ser este el único sentimiento contrario y destructor del amor, el que no desea, el que no trata de ser, ya que es conocedor de su existencia; tal como lo es el árbol, quien sabe luchar sin lucha. El olvido olvidó su existencia, por verse tan al nivel del mal, al lado del amor. ¿Pero donde esta el mal?, su existencia es relativa. ¿Qué es lo que decide que esas normas sean cumplidas?, ¿Son leyes divinas, preestablecidas anteriores a la existencia?, ¡NO!, dijo, y al decir este “No”, se puso de pie, sus ojos ofrecían esperanza, se vió capaz de deshacer de su vida la presencia del olvido, con sus propios pies (ahora llenos de esperanza), comenzó a caminar sobre el amor, siendo su humildad, silencio, comprensión, compasión y una sabiduría extraña los que lo abrigaban del mal.

Llegó a un abismo, veía sus pies sobre una superficie parecida a la del cartón, de pronto un sol de un amarillo fuerte con sus rayos dorados, eran los que lo dominaban, se vio pleno de luz, siendo los colores los que ahora sostenían su cuerpo desnudo.

Yacía dormido (en ese momento no había mucha diferencia entre el sueño y el momento despierto), sonó una melodía, despertó, seguía sonando, y el soñando! Miró un color, luego sus ojos lo llevaron a otro mas intenso; estaba confundido en la elección, decidió no elegir, y al no elegir estaría eligiendo todo, y dijo: -Te conozco!

 

Lindo algo largo pero bonito, en verdad me gusto mucho y ¡BIENVENIDA A TU 2° CASA! ke es mundo poesía

atte: tatiana_82

 

Me Gustan Tus MetÁforas Y Como La Usas Solo Estructura Mas El Texto.


El Tema Existrncialista Del Ser Humano Da Muccho Para Halar Gusto Leerte

 

Blue
que te digo??? increible, profundo,,,
me re encantooooooo
Dios, seguí asi!!!
un abrazo
BIBI