Extirpando añoranzas

Mercurio caliente,
sobre pupilas dilatadas,
espasmos secuenciales,
van quebrantando el alma.

Cansado de recoger pedazos de piel,
que alguna vez palpitaron,
incinerados, escupidos y regurgitados,
no necesito demonios con labios de miel.

Las raíces ponzoñosas,
una demencia perpetua,
el que entrega todo sin recompensa,
merece odiar por simple placer.

Desollando un pecho inflamado,
arancando sin cuidado lo inútil,
sangre oscura fluye sutil,
mojando un sentimiento deformado.

Taladrando las sienes,
succionando ideas soñadoras,
vomitiva repulsión se siente,
cuando se destruye algo que tanto se añora.

Lo inútil se tira al abismo,
no es necesario que fluya la sangre,
sentimientos de amor serán destruidos,
no necesito sangrar por nadie.

 

Buen trabajo me ha gustado aplausos

 

Muchas gracias por pasar por aquí Carlos, un saludo a la distancia.