Extremos

Ahora que los signos se invierten.
El mar es desierto,
el cielo es infierno,
el fuego es agua.

Ahora,
que el silencio es grito,
que la luz es sombra.

Ahora,
que unos son otros.

Estos que hablan, callan,
esos que ríen, lloran.
aquellos que iban, vuelven.

En este baile ancestral de los extremos,
soy equilibrista en la cuerda floja del circo.
Rostro en el espejo del tiempo,
reflejo de la semilla en el surco.

Soy ese pájaro herido
en la rama frágil del árbol de la memoria.
Pasajero fugaz del vaivén de la vida a la muerte.

Todavía estoy dentro:
Soy nadie en el centro de todo.

Afuera, tal vez:
Ser alguien en el centro de nada.

Baile eterno de los extremos:
Todo o nada.

Ángel

 

Bien Ángel, al menos sabes lo que eres. Pero estás en el centro de tu vida.