Fallé

Tú Señor,
depositaste en mi toneladas de confianza.


Pero traicioné.

A ti.
A mí.
A todos.

Corté por la mitad a un niño.
Dañé por completo a una pareja.
A mi secretaria,
le di permiso de sobrepasarse conmigo,
y ahora no quiero cargar ni una quinta parte de pena.

No soy coherente con mi prédica.

Cuando hablo de amor al prójimo.
De omisión.
De pecado.

Desconozco si es demasiado tarde.

Jugué a mis instintos.
Gusté a mis tentaciones.
Y ahora todo está al revés.

Me revuelco en mi caída.

Yo.
Simplemente yo.
Fallé.

 

Nadie puede ser restaurado si no reconoce sus falencias... El Gran alfarero siempre puede hacer una nueva vasija con nuestro barro... Saludos.

 

Es un tema inspirado en la vida cotidiana.
Gracias por pasar...

 

Creo que todos somos imperfectos y podemos fallar en cualquier momento, todos somos pecadores, por nacimiento pero Dios es quien va transformando como hace el alfarero con el barro, a veces cuesta y otras duele, pero el es el creador de todo y el todo lo perdona a quien tiene el corazón abierto y humillado ante el, muy buen tema. Es grato leerte, un cálido saludo y Bendiciones

 

Muchas gracias estimada poetisa, por pasar y dejar tan generoso comentario.
Reciba un fuerte abrazo y mucha bendición

 

Cosas pasan en la vida, en un mundo donde estas cosas pasan, estamos en la ruleta y no se sabe en que hoyo caemos, ella él nosotros todos fallamos, ella él nosotros algunos acertamos.

 

Somos falibles, la vida es un camino de aciertos y desaciertos y hay que aprender a enfrentarlos, nada fácil sin duda. Gracias por compartir tus versos , un abrazo hasta tu orilla!

 

Totalmente de acuerdo con su apreciación estimado maestro.
Reciba un fuerte apretón de manos.

 

Totalmente de acuerdo con lo que dice estimada poetisa.
Reciba un fuerte abrazo!