Fantasía de un durmiente

El mundo desaparece al cerrar mis párpados,
ese mundo creado en el delirio de un Dios.
-No de Dios, solo de un niño malcriado-
que aprendió a volar al mundo en pedazos.

(No puedo explicarlo, solo sé: yo nada sé)

El mundo habitándome (en acción y suspenso)
es más pequeño
sin guillotinas separando a la mente del cuerpo
aquí existimos en todas partes y nos reconocemos.

Soy bienvenida en todos los templos
no se sabe de religiones, solo de santos buenos;
y el diezmo, es un bote haciendo tour en el eterno.

Aquí todos somos bellos pero no tenemos cuerpo:
la belleza es un chicle pegado en un momento,
y ese momento se conoce como Alberto, Abigail, Alfredo…

El amor es…es amor, por primera vez se merece ser amor
es como una lucecita pequeñita, resplandeciendo
eso hace al espacio brillante, sin vértices ni límites de tiempo.

Algo más, el hecho que para amarnos, para que exista
este mundo inventado, la utopía de mis sueños:
es necesario estar completamente ciego.

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Sara
es así...creo que es necesario cerrar los ojos...
Te felicito, unas letras que me llegan
Estrellas y cariños
Ana

 

Bellos versos, una preciosidad magnífica de versos sublimes.