Felicidad antojada

Al igual que las intensas olas besan
la costa por el fuerte temporal,
junto con los huracanados vientos
que soplan las inmensas palmeras del caribe
siento como una fuerza cósmica del exterior
que circula en mí bienestar,
como aquella lotería navideña que te
toca de manera accidental...

Me sorprenden los cambios repentinos
que suelen ser positivos...

Suelen ser pequeños sueños que ilusionan
por momentos a cualquier ser vivo...

Me sobran palabras como filósofo muerto de sabiduría,
para argumentar dicho regalo de Dios;
por eso, permanezco perplejo y aprovecho como
único obsequio temporal,
que me proporcionara alegría y luego se marchará
como el humo de ese tren clandestino...

Hay veces en las que ignoro los días estáticos
que gobiernan mi noción del tiempo;
suele ser una inexistencia para mi ser que
transita por tinieblas y permanentes dudas.

Pero cuándo aparece por arte de magia y de forma magistral
esa energía, fuerza, remanso de paz o el big bang de la felicidad,
proveniente del bello paraíso...
noto como un fenómeno indefinido
ilumina mi cuerpo abrumando y
rehabilita mi apagada moralidad.

No soy propulsor ni responsable de la
efímera felicidad que me corresponde;
la suerte me alimenta apaciblemente a su antojo
y yo... sólo le suplico que inicie una corta
amistad con mi nombre...

 

Me encantó tu obra. Un placer leerte. Besos con cariño. Saludos.

 

Muchas gracias yanet...me alegra bastante que te haya gustado, es un honor que pase tu adorable pluma por aquí....Saludos