Feliz Navidad, a todos los pequeñines.

¿ Por qué nadie me aprecia ?
¿ Por qué no me duele la cabeza ?
¿ Será que de mí, esos idiotas
prescinden ?


O mejor dicho: Lunáticos.


Siempre repiten la misma idea:
¡ Escupamos gargajos desde el ático !
Gamberros de medio pelo,
humanos que comen melones


y sandías.





No soy estúpido...


Pícaros de la España pobre.
Hidalgos sin muelas sanas,
con muchas caries, que apenas
pueden dormir.


Son infantes perpetuos,


que sobreviven a los latigazos
que reciben en el orfanato.
Menuda sarta de embustes,
echan, cada vez que abren la boca,


para hablar.


Y bueno, después de expresarme,
honestamente, espero que entiendan
que es una Broma, ¡ Inocentes !
Santos Inocentes que Herodes Antipas


mandó asesinar.


¿ Qué crimen habían cometido ?
Nacer el mismo año que Jesús de Nazareth.
Entonces, ¡ Eso es casualidad,
y no causalidad ! No hay ahí,


ley de causa y efecto.


¿ Por qué, Herodes Antipas ?
¿ Crees que todos ellos son hijos
e hijas de Caín ?
Todos, potenciales asesinos en serie,


hechos a la medida de Goliath.


¡ Goliath !
Y David.
Y David mató a Goliath,
pues éste era un Santo Inocente...





Ignorante, estúpido y gigante.


¿ Paja en el ojo ajeno,
o viga en el propio ?
¿ Tendrá Goliath cosas buenas,
para darle a tu cuerpo, alegría,


Macarena ?

.

 

¡¡Éste es mi Nommo!!

¿Haremos un cotillón para despedir el viejo año?
¡Quiero una gran fiesta!

 

Maramín, ¡ Volvemos a encontrarnos ! No llevo revólver, esta vez.
Aprendí de la Navidad, a hacer amigos de todas las edades.
Por ello, es menester aprender el lenguaje no verbal, de los gestos y las miradas.
Pues el cuerpo entero, y la mente, transmiten emociones, pensamientos, sentimientos y estados de ánimo.
Dado que todo en el Universo, consiste en energía, frecuencia y vibración.





Feliz Navidad para ti, también, y para tu gente, que te acompaña.


¡ Aldonza ! Vamos a organizar una fiesta por todo lo alto, donde tú des las campanadas, mientras que yo me como las uvas.
Por ejemplo, en un campanario en el que no aniden las cigüeñas, porque la cigüeña trae al bebé, desde París.
Y si te encuentras con una cigüeña, a lo mejor te encarga un bebé, a ti.
Cosa que yo no podría admitir como responsabilidad conjunta.
Porque sabes que no he compartido lecho contigo.