Fiel partidario

Te vas llena de gracia y todo infinito
sin preocupaciones y libros y ropas
y momentos de besos en tu espalda.
Ese gusto de marchar hacia la puerta
y mirar sobre la mejilla, fue contagiosa
en las penumbras de mi fe.
Te vas como cuerda de esperanzas,
y un voluntario esmero para refugiar
una ira del tamaño de un mes.
Y las partidas como en su final dice
es algún poquito de llanto
y de todo aquello que llamamos tristeza.
Quien iba a imaginar en el mismo momento
de nuestro primer abrazo; todos lo sabían, menos yo.
claro, era evidente, decir, " como le pondremos a los hijos".
Donde llegan los astros surgen caminos de ti,
los libretos de noticias se impacientan
y aguardan sensaciones de algunos motivos indecentes.
Y cuando dormíamos juntos, entre sábanas,
entre carnes, y a veces las pieles de cada cual,
sucedía que me acompañabas, y hablábamos sobre aquella nube.
Era una buena historia, el final
era en unos veintiocho años mas adelante
con apartamento, y un trabajo y un salario.
El tiempo, ese traidor que no pretende
escoger los resultados de las buenas partidas,
y siempre el final de la copa es en un desierto.
Te vas llena de gracia y todo infinito
sin preocupaciones y libros y ropas
y momentos de besos en tu espalda.

 

Muy buenas lineas.

Gracias por compartirlas.

Se te está haciendo costumbre el escribir piezas de este calibre.