Fiesta patronal

Fiesta Patronal


Noche exhuberante de acordeón y tragos,
de cuerpos danzantes y erráticos caprichos,
de engalanados toldos desafiando el austero
rostro de una ciudad que se entrega al bullicio.

Fiesta patronal que impúdica despierta
las pasiones dormidas de las amas de casa,
madrugadas que esconden los pequeños secretos
de maridos infieles que no vuelven a casa.

Fiesta patronal de curas que realizan la zafra
con las generosas limosnas de las viejas beatas;
de obesos políticos que reparten promesas
entre los pobres ilusos que andan de parranda.

Fiesta patronal muy triste para los lechoncitos
que venderán asados en los toldos y plazas,
fiesta patronal alegre para los muchachitos
que para quemar cohetes se escabullen de casa.

Fiesta del santo patrono que recorre las calles
y que levantan en andas los fieles borrachos
y lo van bamboleando para atrás y adelante
irreverentemente de uno hacia otro lado.

Los toros van sangrando jadeantes, confundidos,
por traviesos mozalbetes que le "jalan" los rabos,
improvisados toreros que sedientos de sangre
buscan el mejor momento para mortificarlos.

Fista patronal herencia de la España lejana
que pobló nuestra América de mitos y de santos,
fervorosas costumbres fundidas en el alma
y que explotan bulliciosas una vez cada año.

Y se visten los pueblos con sus mejores galas
adornando las calles con luces y guirnaldas
y las viejas chismosas salen a las ventanas
para ver la vida ajena y después... comentarla.

Fiesta patronal propicia para juntar amantes
o para destruir matrimonios felices,
fiesta patronal que llega con nuevas esperanzas
o que una vez al año nos deja cicatrices.

Fista patronal que permaneces impresa
en la memoria genética y ancestral de tu pueblo,
ya la música calló, ya la ciudad bosteza,
descansa hasta el otro año, que espero verte de nuevo.


del libro LAS HUELLAS DEL TIEMPO