Fin del Camino

Oh pensar que me llenas de angustia,
rebasando el dolo en el pecho herido,
dejando latente la mirada mustia,
infeliz y ausente del jardín florido.
De la dicha inmensa desconozco el fruto,
que un mortal más ruin suele conocer,
en cambio mi vida vestida de luto,
callada contempla su instante postrer.
Orlas empolvadas envuelven el sino,
cautivo en la celda de las desventuras,
prisionero eterno de las amarguras.
Espero encontrar la ruta perdida,
donde a este sufrir pueda dar medida,
hasta contemplar el final del camino.

 

Muy bien logrados los versos y con buen ritmo. Te felicito.

 

Dante, al final del camino hay una luz brillante, sólo que para encontrarla hay que cerrar los ojos y mirar con los ojitos del alma sonriente.
Me gusta mucho leerte.

Besitos de guanábana muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuak...